Algo escondido.

En la Antártida, según los marinos japoneses, se encuentran los Ningen.

Los Ningen son criaturas mitad hombre mitad pez, de unos 20 o 30 metros de longitud. Hay muy pocos documentos gráficos de ellos, algunos evidentemente trucados, pero hay incluso capturas de Google Earth que permiten creer sobre la existencia de estos seres casi mitológicos.

En la historia de la humanidad ha habido varios ejemplos de seres con la mitad del cuerpo con forma humana (normalmente la parte superior de la cintura) y con la otra mitad con forma de algún otro animal. Tenemos el ejemplo del centauro o del tritón. Sin embargo, nunca ha habido ejemplos de un tamaño tan grande.

Se cree que los Ningen tienen forma humanoide de cintura para arriba, y de pez de cintura para abajo. Parece irreal, pero en muchas ocasiones la realidad ha superado la ficción. Muchos han sido los avistamientos, y muchas las historias que se han contado sobre los Ningen.

ningen (1)

Y sin embargo…. Si los Ningen, después de siglos formando parte de las habladurías de los humanos, no han salido a relacionarse con el mundo, si no se han asomado… Para que debemos sacarlos nosotros a la luz? No será que los Ningen quieren quedarse bajo el hilo antártico, disfrutando tranquilamente de su hábitat? Para qué buscarles, para qué sacarles de su escondite?.

Si los Ningen quieren, saldrán a buscarnos. Confiemos en ellos.

Lección de vida.

nobelAlfred Nobel es hoy conocido mundialmente por ser el benefactor de la fundación de los Premios Nobel, que reparten la Academia sueca. En estos premios se reconoce a algunos profesionales que destaquen por haber tenido una carrera brillante en algún campo concreto, como la literatura, la química o la economía.

Sin embargo, la historia de Alfred tiene un punto de inflexión muy concreto e interesante.

La familia Nobel era numerosa, Alfred contaba con siete hermanos. Nobel dedicó toda su carrera profesional a la química y a la creación de empresas de armas. Tuvo muchísimo éxito, tanto que al llegar a la edad madura, era reconocido en todo el mundo como el inventor de la dinamita.

Un día, uno de sus hermanos falleció. Y el periódico local dedicó unas lineas a su obituario. Pero… un error del periódico hizo que se publicara el obituario de Alfred, en vez del obituario del hermano que había fallecido. Gracias a este error, Alfred Nobel vio el legado que dejaría a su muerte, cómo sería recordado cuando ya no estuviera pisando esta tierra. En el obituario le nombraban como el señor de la dinamita, el inventor de máquinas de matar más y más rápido, y un hombre rico gracias a las guerras.

Aquello desarboló por completo a Alfred. No quería que su vida se viera resumida en aquellas frases, en aquel personaje en el que no se reconocía. Así que… Decidió poner en marcha la Fundación de los Premios Nobel. A ella donó prácticamente toda su fortuna, y consiguió cambiar su propia historia y su legado. Nobel sería reconocido mundialmente por sus Premios, que significan brillantez y excelencia en todos los campos.

Así que… este es es mi regalo de Navidad! La posibilidad de cambiar tu propia vida. Y… en base a qué? Muy fácil. Aquí está la lista.

Estas son las cinco cosas que los enfermos moribundos lamentan de manera más repetida a su enfermera antes de exhalar su último aliento.

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
5. Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.

Feliz Navidad. Feliz Año Nuevo.