Mi bandera

“Mi patria son los amigos”. Alfredo Bryce Echenique.
“Que es mi barco mi tesoro, que es mi Dios mi libertad, mi ley, la fuerza y el viento, y mi única patria, la mar” José Espronceda, canción del pirata.
“Mi patria es la infancia”. Miguel Delibes.

Llevamos años intentando definir qué es un país, qué es una nación, qué es una patria, intentando delmitar lo que es mío y lo que ya no es tuyo. Queremos establecer barreras, aduanas, fronteras, muros. Arriar una bandera e izar una nueva, pisar la anterior. Para ello nos definen cómo somos, o más bien cómo tenemos que ser, puesto que ser diferentes es no ser. No puedes no estar, no puedes ser de otra manera. Si no estas, o eres de otra manera, formas parte de los otros, que por supuesto, son inferiores, peores, malos. O conmigo o con ellos. O con mis condiciones o no. O con mi bandera o con la suya.

Pereza.

Hasta ahora todas las banderas me han generado pereza, como todas las demostraciones de orgullo. Las camisetas corporativas, los “tú eres lo que comes”, las etiquetas, los escudos bordados en la camiseta, las inferencias, las clasificaciones. Todo ello limita la libertad individual, que es la que nos hace crecer a cada uno de nosotros.

Hasta ahora las banderas me han generado pereza por lo que representan. Pero he conseguido apreciarlas como objeto artístico. Es indudable la belleza de la bandera de Arabia Saudí, el juego que proporciona la bandera croata, todo lo que transmite la bandera brasileña. Entre mis favoritas siempre estuvieron las de Bután y Nepal, aunque me gustaba el juego de adivinar las que correspondían a los paises nórdicos europeos o a encontrar las diferencias entre las de Australia o Nueva Zelanda. Y así descubrías alguna tan bonita como la isla de Norfolk, que sería un cruce entre la bandera de Canadá y el Betis.

Como me gustaban, comencé a jugar con ellas. Empecé rediseñando la bandera de Estados Unidos. Cambié el lugar de las barras y las estrellas, la rediseñé con barras verticales en vez de horizontales, y reduje el número de estrellas. Incluso la fusioné con la bandera de Jamaica. No quedaba nada mal…. Todo era un juego. Hasta ahora.

He vuelto a diseñar una bandera. En este caso, la mía.

He diseñado mi bandera con un propósito claro: representarme a mí y a quien quiera ser representado por ella. Esta bandera contiene los elementos que me gustan, simplemente. Pero es una bandera abierta. Si quieres, puede ser tu bandera también, puedes adoptarla permanente o temporalmente. Puede ser tuya por las mañanas, porque por las tardes prefieres otra. Puedes enviarla, puedes modificarla. Sería genial si estuvieramos en la misma bandera. Si defines tu propia bandera, déjame ser parte de ella, si me apeteciera. No me tomaré a mal que no te guste mi bandera, no seremos enemigos de bandera. Si quieres, podemos crear una conjunta con la que estemos cómodos, y podemos ir modificándola con el tiempo o según vaya incorporándose gente que le apetezca.

Mi bandera (y la tuya, si la quieres) es esta:

Bandera

Tiene tres partes: La tierra, el mar, el cielo. Ninguna tierra en especial, ni ningún mar en concreto, ni un cielo particulamente bello. Son los que son, aunque podrían cambiar. En la tierra podría crecer algo, en el mar podría haber olas, el viento podría mover las nubes del cielo. Pero, básicamente, estos sitios son donde ocurren la mayor parte de las cosas que me interesan, donde habitan las personas que me importan. Es todo lo que me rodea, todo lo que me define. Esta bandera no se restringe a un terreno acotado. Más bien, al contrario, no hay coto para ella.

Hay también una estrella. Simplemente marca hasta donde se puede llegar, donde está el límite. Esos puntos de luz que la noche nos enseña son inmensas bolas de fuego a milllones de kilómetros. Y sin embargo, pueden ser el objetivo. Mejorarse, sin necesidad de ser el mejor. Saber que hay algo más, y aspirar a ello.

Por último, una A mayúscula en el centro. Las letras, necesarias para compartir todo lo anterior. Contar, narrar, vocear, susurrar… pero también escuchar, aprender, comprender, entender. Por ningún motivo en especial es una A mayúscula. Cámbiala si lo deseas, incluye tu letra preferida. Haz lo que quieras, esta es tanto mi bandera como la tuya.

Las banderas no son más que etiquetas gigantes. Esas etiquetas que cortamos en cuanto nos ponemos la ropa, pero también esas etiquetas que tan fácil se ponen, pero que tan dificil se despegan.

Hemos luchado por ser auténticos. A ver si lo hemos conseguido.

Neil Young, por Neil Young.

Neil Young es uno de los mejores cantantes y compositores de música de los últimos cuarenta años. Desde el año 68 ha publicado cerca de cuarenta discos, además de recopilaciones y directos y discos con otros grupos, como Buffalo Springfield y Crosby, Still, Nash & Young. Se puede discutir si las canciones y el estilo (los estilos) de Neil Young pueden gustar más o menos, pero lo que no se puede discutir es su calidad y su absoluto amor y dedicación por y para la música.

Neil Young es referente para decenas de cantantes y grupos actuales. Young ha colaborado en múltiples discos y conciertos con los más variados artistas, como el disco Mirror Ball junto a Pearl Jam, quienes le denominaron “el abuelo del grunge”. Su influencia es patente en la escena musical actual, sin entrar a discutir si es mayor o menor que la de Bob Dylan, el músico con el que se le suele comparar por estilo y trayectoria.

En su biografía, escrita por Jimmy McDonough, uno de sus contemporáneos hacía una comparación entre ambas estrellas en sus primeros años. Insistía en que Neil Young era muy introvertido, y que por el contrario Bob Dylan era muy extrovertido. Ambos, por cierto, tocaron varias veces juntos, y no hay noticias de que hubiera una rivalidad entre ellos, si no más bien respeto y admiración mutua.

De una vieja conferencia de prensa de Neil Young encontré las siguientes palabras, sobre el proceso que le llevaba a escribir una canción: “La canción sale sola. … tu no la creas, sale a través de ti. .. Si se da la situación adecuada, la canción emana a través de mi y queda plasmada en un trozo de papel. No es que me siente a pensar “Ahora voy a inventarme una canción”.” Era el año 1982, Neil Young ya no era un novato.

Así que me pregunté… Qué es lo que tiene Neil Young dentro para escribir sus canciones? Como funciona su cerebro? No tengo ni idea, pero lo que parece cierto es que la respuesta de cómo es Neil Young podemos encontrarlas en sus canciones, que vienen directamente de su ser, sin ningún filtro.

Así que para tratar de saber quien es Neil Young, compilé todas las letras de sus canciones de estos cuarenta años, observando si había algún patrón, alguna pauta común. Qué palabras configuran el universo del Sr. Young?. Así es como surge este gráfico.

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En él aparecen las palabras más presentes en los textos de Neil Young, y ellas nos dicen quien es él.

Encontramos que una de las palabras más comunes es “Love”, lo cual no supone una sorpresa. El amor mueve el mundo, y está presente en la mayoría de las creaciones artísticas, del tipo que sean. Neil Young no es diferente en este sentido, el amor está presente en su vida.

Sin embargo, empezamos a encontrar otras palabras que son reveladoras.

“Know”, el conocimiento necesario. Quiere saber. No se habla de apariencias, no se habla de imaginaciones, se habla de conocimiento. Neil es práctico, quiere conocer. La inteligencia es fundamental para este introvertido. Otra de las palabras que más aparecen en sus canciones es “Mind”, que refuerza esta idea.

“Home”. Neil Young siempre ha estado muy ligado a su tierra natal, Canadá. Sus compatriotas le ven como un referente de sus valores, que son precisamente el de ser hogareños, el de cuidar las cosas de casa, las cercanas. Uno de sus últimos discos (es muy difícil hablar de “su último disco”, pues es muy posible equivocarse) se llama precisamente “A letter home”, grabado en 2014 con técnicas de grabación de los años 40. Una vuelta a los orígenes, a casa. Y.. no me negareis que “casa” es una de las palabras que asociarías a un introvertido.

Entre aquellas palabras que destacan encontramos también “see” y “feel”, que son las maneras en las que Neil Young aprende. Es curioso, tratándose de un músico, que no encontremos la palabra “listen” entre aquellas más usadas. Y es que Young entiende a través de la vista y de las sensaciones. Es una persona visual, y necesita incorporar los sentimientos, la sensaciones. Sin ellas no es capaz de encontrar el sentido, el conocimiento, eso tan importante para él.

A la hora de realizar este gráfico he eliminado las palabras más comunes (and, I, the, you…). Sin embargo, puede ser el dato necesario para entender este ejercicio.

A través de todas sus canciones, Neil Young utilizó las palabras “I”, “me” o “my”, un total de 2.885 veces. Un número muy superior a las 1.825 ocasiones en las que utilizó las palabras “you” o “your”. Además, es necesario tener en cuenta que en este caso ambas palabras pueden refererirse al “vosotros”. Si incluyéramos en la primera cuenta la palabra “we” tendríamos un total de 3.196 presencias.

Esto deja bien a las claras que Young escribe para si, escribe lo que le viene de dentro. Sus canciones son sobre sensaciones, sentimientos, cosas que le suceden y cosas que él ve. No se las cuenta a nadie más que él. Si te gustan, bien; si no, cambia de disco. Utiliza la música para sacar lo que tiene dentro, es su vehículo para abrirse al mundo.

Dicen que Neil Young no es un gran comunicador, pero sus canciones llegan a millones de personas.Si queréis conocerle, escuchad sus canciones, no sus entrevistas.

También dicen que los mensajes de texto los inventó un introvertido, puesto que los introvertidos odiamos hablar por teléfono. Nos manejamos mejor escribiendo, tomando nuestro tiempo para pensar lo que decimos. Parce que no es buena idea llamar al Sr. Young para preguntarle.

Con vosotros, Neil Young, el introvertido. Heart of Gold.

Spud Webb contra la física.

A mitad de temporada, cada año, la NBA dedica un fin de semana a lo que ellos llaman El partido de las estrellas. El evento central es un partido entre los mejores jugadores de las dos conferencias en las que se divide la NBA, la Este y la Oeste. Además, hay varios concursos entre los mejores jugadores, de habilidades, de triples y de mates.

En los últimos años este evento ha quedardo un poco deslucido y algunos de los mejores jugadores renuncian a los concursos individuales, pero en los años 80 y 90 vencer en ellos era especial. Michel Jordan, el mejor jugador de todos los tiempos, se jugó su prestigio participando en varios concursos de mates, y ganó los concursos de 1987 y 1988.

El concurso del año 1986 fue especial para los Atlanta Hawks. En el concurso de mates participaron dos de sus jugadores: Dominique Wilkins, un pivot de 2,03 que ya había ganado el concurso el año anterior a Michael Jordan y defendía el título, y su base Spud Webb, que medía….1,68.
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Spud era el jugador más bajo de aquel año en la NBA, y lo fue hasta la llegada de Mugsy Bogues (1,60). Su compañero de equipo le sacaba, nada más y nada menos, 35 centímetros. Una diferencia crucial en baloncesto, teniendo en cuenta que el aro está a 3 metros y 5 centímetros de altura. Lógicamente todo el mundo daba como favorito a Dominque Wilkins, y nadie confiaba en un bajito de 1,65. Excepto él mismo.

Aquel día todo el mundo se quedó con la boca abierta, porque ganó Spud Webb. Cuenta él mismo que una de las claves de su éxito fue la desconfianza que generó en Wilkins. Jamás le había visto machacar en los entrenamientos, y no se esperaba un gran rival (CUalquier juego de palabras no es intencionado). Spud confiaba en sí mismo, y se convirtió en el hombre más bajo en ganar un concurso de mates de la NBA.

Vean a Spud Webb machacando el aro tras dar una vuelta en el aire sobre si mismo.

Spud no solo era demasiado bajo para machacar el aro. Incluso era bajo para jugar al baloncesto a alto nivel. Pero hizo de su característica una fortaleza, y no una excusa. Supo hacer de sus motivos un punto fuerte, no quiso saber nada de lo que había escrito en los libros, de lo que se estudia en las escuelas, de las medias y de los consejos que desaconsejaban. Simplemente, se hizo fuerte con lo que era, con aquello que lo definía, con aquello que, aunque hubiera querido, no hubiera podido cambiar.

Spud triunfó siendo fiel a lo que él era. Podía haberse desanimado, podría no haber aceptado un reto estratosférico como apuntarse a un concurso de mates, y podría haber seguido con su vida. Pero aquello era lo fácil. Eligió otro camino, y por eso ahora escribimos sobre Spud, lo que es, lo que le hizo fuerte.

Ana Frank y los pares.

La ciudad de Amsterdam tiene tres atractivos que es necesario ver en la primera visita. El Rijkmuseum, el Museo Van Gogh, y la casa de Ana Frank. Dos de ellos son la celebración del arte, con pinturas como la “Ronda de noche” de Rembrandt o “Los Girasoles” de Van Gogh. El tercer lugar a visitar es un homenaje a la camaraderia, a la generosidad, y también un recuerdo a lo que el hombre es capaz de hacerse a si mismo.

La historia es conocida. Ana escribió un diario en su cautiverio familiar. Compartió con su familia la parte trasera de una casa, escondidos de la amenaza nazi. Su familia había escapado de Alemania, estableciéndose en Amsterdam. Y decidieron no seguir huyendo. Se establecieron en la parte trasera de la casa, compinchados con algunos de los trabajadores de la empresa familiar, que se encargaban de pasarles comida y ropa mientras atendían el negocio en la parte delantera. El engaño parecía asegurado, solamente unas pocas personas estaban al tanto, y fueron fieles durante todo el cautiverio voluntario.

El silencio era fundamental. Los escondidos no podían hablar entre ellos durante el día, para evitar ser descubiertos, tenían que tener cuidado con las pisadas. Solo tenían noticias del exterior a través de una radio. Un día Ana escuchó que una editorial publicaría al término de la guerra un libro con relatos para recoger los mejores testimonios de la época oscura que habían tenido que vivir. Ana llevaba un diario hasta entonces, y decidió enfocarlo para ser publicado después, para que el mundo supiera qué había sucedido en aquella casa.

Dos años después, y por una denuncia anónima, la familia fue descubierta. Todos fueron apresados y llevados a campos de concentración. De camino, la familia fue separada por géneros. Las mujeres fueron a Auschwitz. Ana dejó el diario escondido en la casa, y su padre, único superviviente del Holocausto, lo encontró a su vuelta a Amsterdam, lo editó, e intentó publicarlo. Después de varios intentos, lo consiguió. El libro fue un verdadero éxito mundial, y es un ejemplo de cómo las palabras pueden conmover los sentimientos.

Anna Frank

Anna Frank vivió en dos campos de concentración los últimos seis meses de su vida. Murió por el tifus, aunque eso es solo la versión “oficial”.

En los campos de concentración la vida no se podía entender como algo individual. Los prisioneros, para sobrevivir, se buscaban pares con los que compartir la vida. Compartían las desdichas, pero también la comida y las pequeñas alegrías. Robaban comida para su par, cuidaban de él cuando estaba enfermo, se encargaban de ser su apoyo cuando desfallecía. Ana encontró su par en su hermana Margot. Ambas cuidaban de la otra, eran las razones para seguir viviendo en el horror. Como en el libro de Viktor Frankl, ambas eran el sentido de la otra.

Dicen quiene compartieron campo de concentración con las hermana Frank que cuando Margot murió, Ana quedó desconcertada. Dicen que fue apagándose lentamente, y que no fue el tifus quien la mató.

Dicen que si no hay una razón para vivir, no hay vida.

Ana murió muy muy joven, pero dejó escritas páginas llenas de sentido. Su talento es indudable, y nadie sabe de qué hubiera sido capaz de sobrevivir al Holocausto. Ana Frank tuvo una fortaleza enorme, que se derrumbó cuando no pudo compartir su vida, cuando no pudo cuidar de su par, cuando en el sentido de su vida no hubo otra persona.

Birdman, o el ego.

Alejandro González -Iñárritu acaba de estrenar su última película, Birdman. En ella narra la historia de un actor que interpretó a un superheroe en el pasado, e intenta quitarse de encima el peso que aquella interpretación dejo sobre su cabeza y su vida, que, aparentemente, se desmorona. Uno de los grandes reclamos de la película es el hecho de estar rodada en un aparente plano continuo.

Esta es la quinta película de Iñarritu, tras Amores Perros, 21 gramos, Babel y Biutiful, amén de uno de los capítulos de la películla coral 11/11/11, sobre los atentados a las Torres Gemelas de Nueva York. Hay una diferencia grande entre sus dos primeras películas y las tres últimas. Y la diferencia estriba precisamente en el guión. En Amores perros y 21 gramos el guión era impecable. Sin embargo, en las tres últimas, vemos flecos que quedan pendientes, ejercicios brillantes y arriesgados, pero que no emocionan.

La diferencia estriba en un nombre, Guillermo Arriaga. Arriaga es el guionista de las tres primeras películas de la facotría Iñarritu. Encontramos elementos comunes en ellas: tres historias que se entremezclan por azar o por necesidad, personajes llevados a extremos, ambientaciones muy reales pero historias tocadas por la magia, la magia urbana.

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Las dos últimas películas de Iñárritu, en las que el ha escrito el guión junto a otros colaboradores, tratan de hombres alicaidos, con poderes sobreterrenales, que no saben qué hacer con ellos.

Babel es la película que ompió la colaboración entre ambos. Iñárritu afirma que Arriaga quería aparecer como el único autor de la película, cuando está claro que una película es un ejercicio coral. Arriaga afirma que no se respetó su guión, se cambiaron historias y escenarios del mismo en el metraje final, y que incluso le prohibieron por contrato acudir al rodaje. El hecho es que jamás volvieron a trabajar juntos. Arriaga, por su parte, escribió el guión de la primera película de Tommy Lee Jones como Director, “Los tres entierros de Melquiades Estrada”, y dirigió la película “Lejos de la tierra quemada”.

En todo trabajo en equipo encontramos un momento de tensión. Las cosas han ido bien hasta ahora, pero porque ambas partes han cedido. Llega un momento en el que lo que uno ha cedido pesa más que lo que uno consigue, por las razones que sean, y es entonces cuando surge el conflicto. Es lo normal, es lo habitual. Es el momento de sentarse, y hablar. El momento de poner las cartas sobre la mesa, decir cuales son los límites de cada uno, entender y decidir respetar los límites del otro. Comprender al otro, y hacerse comprender uno mismo. A partir de ahí, deben salir las recetas para dar los siguientes pasos, para establecer las pautas de cada uno, los campos de trabajo de las partes.

El conflicto es necesario para conseguir ser un verdadero equipo de trabajo, más que la suma de dos. Y en todas las relaciones entre personas surgen los conflictos, es algo inevitable. Por eso es importante estar dispuesto a dar el siguiente paso, a ceder y comprender. La actitud ante los conflictos es la que nos llevará a ser un gran equipo de trabajo, con unos resultados extraordinarios.

Iñárritu y Arriaga nunca volvieron a hablar, ni a colaborar. Les imagino pendientes uno del otro, viendo con el rabillo del ojo lo que el otro hace o lo que no hace, preocupados por qué decirse si por casualidad se encontraran en el camino. Simplemente por no tratar de comprender al otro.

Birdman es un buen ejercicio estilístico, pero no es una gran película. Los tres entierros de Melquiades Estrada tiene un guión fantástico, pero Tommy Lee Jones no es brillante en la dirección. Seguro que a Iñarritu se le agolparían las ideas al ver Los tres entierros… Seguro que Arriaga se revuelve en su butaca al ver que Iñárritu solo enciende ya fuegos artificiales, en vez de hacer películas.

Háblense! Entiendan que el otro les mejora! Sepan que en esta vida no se puede saber de todo, que no vivimos en una burbuja, que las cosas se pueden arreglar, que solo tenemos esta vida. El orgullo que deben tragarse ahora les vendrá multiplicado por cien en el futuro. Imaginen películas juntos.

Y.. dejen de imaginar. Y hagan.

El éxito en Costa Rica

El Parque nacional Corcovado se encuentra en la costa pacífica de Costa Rica. Al sur del país, muy cerca ya de Panamá, se extiende esta remota extensión de terreno, a la que solo se puede llegar andando o a través de una lancha. Un lugar remoto, paradisíaco, orgullo de los ticos.

Este Parque nacional es especial, no hay otra igual en el mundo. Contiene, en una extensión similar a cincuenta mil hectáreas (terrestres y marinas), el 5% de las especies mundiales, tanto de animales como de plantas. Es decir, cinco de cada cien especies que conocemos, pueden encontrarse en dicha Reserva.

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Por poner un elemento comparativo de su extraordinaria riqueza medioambiental, en toda la cuenca del Amazonas, con una extensión infinitamente más grande que dicha Reserva, se encuentran el 8% de las especies mundiales. No hay lugar más rico en biodiversidad en el planeta que la Reserva del Corcovado.

Allí se encuentran miles de especies animales, desde grandes depredadores como el jaguar o el puma, hasta una gran diversidad de insectos. Dentro del mundo vegetal encontramos, gracias a la peculiar situación geográfica de la Reserva, infinidad de especies, que configuran una selva densísima. Tanto, que aún hay lugares no explorados de la misma.

Es imposible recorrerla sin guía, pero la experiencia de transitarla con un acompañante es mejor, sin duda. Gracias al guía puedes conocer el nombre de alguna de las especies autóctonas, o poder ver a alguno de los animales de la Reserva, que no son visibles para ojos menos entrenados.

La luz y el agua son abundantes, pero con tanta competencia, es feroz la lucha entre las plantas por hacerse un hueco en la selva. Las palmeras nacen de cocos en cualquier parte, incluso encima de otras palmeras. Se ven árboles de veinte metros de altura, otros que se desarrollan con las raíces fuera de la tierra, algunos creciendo dentro del agua salada del mar. Algunas plantas son diminutas, otras crecen de arriba abajo. Hay plantas de hojas compuestas y simples, lanceoladas o pecioladas o palmeadas o lobuladas, o todo ello, con un tallo rígido o con un tallo flexible. Hay plantas que crecen en espiral, para poder abarcar toda la energía solar posible. Algunas producen flores bellísimas; otras, grandes y feos pétalos nada atractivos. Algunos árboles nacen al abrigo de otros, abrazándolos, creciendo a su vera mientras lentamente les ahogan hasta la muerte para quitarles el puesto. Algunas hojas miden más de un metro. Otras, apenas milímetros.

Cada planta desarrolla su propia personalidad, para poder conseguir el éxito, que en este caso es vivir. Algunas reciben ayudas de los animales para desarrollarse, otras son devoradas por los mismos. En cada especie la aventura es la misma, pero el desarrollo es diferente.

Muchos son los caminos hacia el éxito, y no hay ninguno mejor que otro. Lo importante de los métodos es que sean útiles, que consigan el resultado buscado. Y ello comprende las más variadas posibilidades.

No busques el éxito solo siguiendo los pasos que dieron los demás. Cada uno de nosotros desarrollamos nuestro propio camino, que tiene que estar en línea con nuestra propia individualidad. Y conocer la diversidad de opciones que hay para llegar a un objetivo hará más sencillo el poder idear nuestro propio camino.

Drive

La película Drive, de Nicolas Winding Refn, se estrenó en 2011. Con una estética pretendidamente ochentera, narra las aventuras y los silencios de su protagonista, interpretado por Ryan Gosling, un especialista de las películas de Hollywood y que utiliza su habilidad al volante para ayudar a escapar a ladrones tras sus robos, prestándoles cinco minutos de su tiempo. En ese momento, es suyo. Después de ese tiempo, no quiere saber nada de sus compinches. Solo hay otra norma más: nada de pistolas. Si no has visto la escena inicial, es muy recomendable, incluyendo los títulos de crédito, que desfilan sobre los edificios iluminados de la ciudad de Los Angeles, mientras suena Nightcall de Kavinsky.

La historia encumbró a Ryan Gosling, e hizo que todo lo que hiciera a partir de entonces fuera observado con lupa. Además, cuenta con otros grandes actores como Carey Mulligan o Bryan Cranston.

Uno de los grandes aciertos de la película es su banda sonora. Consiguen acompañar a la película, dotarla de intensidad cuando es necesario. Perviven en tu memoria la música y las imágenes conjuntamente, consigue emocionar.

La banda sonora cuenta con canciones poderosas que revitalizan el espíritu de los 80, algunas de ellas auténticas joyas. La banda sonora original es obra de Cliff Martinez, batería que fue de los Red Hot Chili Peppers a medidados de los años 80, curiosamente.

Drive se ha convertido en un icono popular, como lo fue en su tiempo Lost in translation. Una combinación de historia, actitud, estética y música que dio en el clavo. Un círculo cerrado.

Hoy, 30 de Octubre, con Drive como excusa, alguien de la BBC va a romper las normas.

Zane Lowe, presentador de BBC Radio 1, ha reclutado a multitud de grupos musicales para crear una banda sonora alternativa para Drive. Chvrches, Foals, SBTRKT, Jon Hopkins, Laura Mvula, The 1975, Baauer, BANKS, Bastille, Bring Me The Horizon, Eric Prydz, The Neighbourhood y ZCC (Simon Neil de Biffy Clyro) son los elegidos para este cometido.

Hoy, 30 de Octubre, en la BBC se podrá ver la película Drive, pero con una nueva banda sonora. Estos artistas han buscado nuevas ideas, han extraído lo que ellos consideran la esencia de la película, y han deconstruido lo que conocen para volver a programar algo completamente nuevo. El ejercicio es realmente complicado. Y sin embargo…

Muchas veces creemos que todo está inventado, que no es posible cambiar lo establecido… Y sin embargo solo hay que querer hacerlo. Si estás en un apuro, si no ves cómo puedes salir de una situación dada, simplemente decide el camino para hacerlo. Busca la excusa para desprogramar lo que tienes en la cabeza, y vuelve a programarte. Hay mil caminos, y cuesta elegir uno diferente al que conocemos, por eso lo único que hace falta es voluntad, querer hacerlo.

Y puede que el resultado sea algo tan brillante como la canción que Chvrches ha preparado para esta ocasión.

Geografía creativa.

A principios de siglo XX se hizo un curioso experimento en Rusia. Un encargado de montaje de películas, Lev Kuleshov, montó una cinta con seis breves secuencias. En las secuencias pares el fragmento era exáctamente el mismo, un primer plano de un actor, con una expresión neutra. En las secuencias impares, mostraba ordenadamente un plato de sopa, un ataúd con una mujer en él y una niña jugando. Las escenas apenas duraban unos segundos, unos fogonazos para todo aquel que viera la película. Este es el el experimento:

Kuleshov proyectó estas secuencias a una pequeña audiencia, y obtuvo un resultado muy curioso. Los asistentes dotaban de expresión el rostro neutro de aquel actor. Aseguraban que su expresión era triste tras aparecer el ataud, sonriente tras aparecer la niña jugando, pensativa tras aparecer el plato de sopa. ¡Y la secuencia del rostro del actor era exáctamente la misma! Cada persona del público quería que aquella expresión neutra representara lo que ellos estaban sintiendo, ya fuera viendo el plato de sopa, la mujer en el féretro o la niña en sus juegos. Su cerebro les engañaba, les aseguraba cosas que no eran.

Todos hacemos lo que hacemos porque tenemos un beneficio. A veces es complicado descifrar el beneficio de algunas acciones, por no ser éste inmediato o diáfano, pero solo tenemos que poner un poco más de empeño en buscarlo. Y… ¿en qué beneficiaba a aquellos espectadores en cambiar la expresión del rostro del actor?

mulholland-drive11Simplemente, cada persona del público buscaba darle sentido a aquello que había visto. Tras ver Mullholand Drive todos buscamos un sentido a la historia, porque queríamos entender qué es lo que habíamos visto. Queremos vernos reflejado en lo que vemos, darle sentido a aquellas imágenes aparentemente inconexas. Las cosas deberían tener sentido, pensamos, e ideamos teorías inverosímiles para que todo cuadre. A esto le llamó Kuleshov “geografía creativa”.

En el experimento de Kuleshov los espectadores llegaban incluso a deformar las imágenes, a fantasear con la realidad, creer que habían visto algo que realmente no habían visto. Todo para volcar sobre las imágenes sus propias sensaciones de alegría, miedo o hambre. Si ellos habían tenido aquellas sensaciones, todos deberían sentirlo de la misma manera.

La lógica a veces nos distrae de la realidad. A veces, incluso, nos deja engañarnos. Cómo hemos construido cada uno nuestra lógica? De donde la hemos sacado? Es mi lógica la misma que la tuya? Creo yo que debe ser la misma? Cómo se van a comunicar nuestras lógicas?

El experimento de Kuleshov nos confirma que todos queremos entendernos. Queremos ponernos a disposición del otro, queremos entender lo que quiere comunicarnos. A veces, cuando las cosas no están demasiado claras, nos inventamos el mensaje. Pero bajo esos pequeños ajustes surge con fuerza la idea de que la inteligencia está al servicio de comprender lo que los demás quieren contarnos.

Es algo que tenemos dentro. Quizá no tengamos que potenciarlo, pero al menos no le pongamos trabas.

Boyhood, el rechazo del héroe.

boyhood-teaser-posterLa película Boyhood, que se ha estrenado estas semanas en España, cuenta la infancia y adolescencia de un niño en Texas, con la particularidad de que la película se ha rodado en 12 años, manteniendo a los mismos actores durante todo ese periodo, con lo que se hace muy fácil y placentero acompañarles en este viaje. Richard Linklater es el director de esta original película, que recuerda a las novelas de Richard Ford, en las que la cotidianidad se convierte por arte de magia en un interesante milagro.

Boyhood es una película sin explosiones, sin efectos especiales, sin sexo, sin momentos cumbres, sin lágrimas. Simplemente rodando retales de la vida del personaje principal se confecciona una historia que refleja su crecimiento. La clave está en que es inevitable identificarse con él, puesto que crecer es algo que todos hemos compartido. (Y… cuando dejamos de crecer y pasamos a envejecer?) Todos nos hemos preguntado para que sirve este regalo que nos dieron, esto de estar presente día tras día en el planeta Tierra. Y todos sabemos que no hay respuesta.

Hay una canción que suena en la última hora de la película, y que la resume perfectamente. Se titula “Hero”, del grupo Family of the year.

Let me go
I don’t wanna be your hero
I don’t wanna be a big man
I just wanna fight with everyone else

Hoy en día cualquiera quiere ser héroe, y la palabra ha tornado a ser usada en exceso. Cada partido del fin de semana hay un héroe, y para ello sólo tiene que marcar un gol en un empate a cero. Qué diferencia de los héroes de las historias mitológicas griegas, que debían luchar contra ejércitos y dioses. La palabra ha perdido su valor, ya cualquiera puede ser señalado como un héroe.

Y sin embargo.. que bueno es no sentirse especial para los demás, si no ser especial para uno mismo. No quiero ser parte de tu espectáculo, no quiero danzar a tu ritmo. Quiero ser yo mismo, como cualquier otro.

Your masquerade
I don’t wanna be a part of your parade
Everyone deserves a chance to
Walk with everyone else

No es necesario ser extraordinario para tener una vida extraordinaria. Cada vida, en su individualidad, y también en su cotidianidad, es extraordinaria. A veces se nos olvida, y por suerte contamos con Richard Linklater para recordárnoslo.

Seguramente el director gane muchos premios. Quizá hasta le den un Oscar. No creo que le importe más que disfrutar un proyecto como este, 12 años de fe, rodando un proyecto que no sabía como iba a terminar, disfrutando cada uno de los pasos que daba, convirtiendo el agua en vino, el día a día en la mejor de las historias.