Cómo fabricar una bomba.

Al terminar el año todos hacemos balance, aunque sea mentalmente, de cómo nos han ido las cosas. Algunos repasan los hechos más importantes, otros van mes a mes tratando de rescatar lo mejor y lo peor de cada 30 días, otros se comparan con como eran ellos hace 12 meses…

En mi caso, hace un año no tenía un blog. Ni tampoco tenía 40 posts ni 6.000 visitas. Que no está nada mal! O al menos es más de lo que podría esperar.

Una de las cosas que he aprendido este año es el funcionamiento de los blogs, el entresijo de las redes. Aunque aún estoy comenzando, ya he aprendido que una de las herramientas más imporantes para dar a conocer el blog son los temas que trates. Muchas visitas llegan a este blog gracias a las búsquedas que se hacen en los diferentes buscadores. Y muchas de ellas son sorprendentes! No os haceis una idea de las personas que han entrado en este blog buscando información sobre Transformers 3!

Para finalizar el año os dejo algunas de las búsquedas más divertidas que se han hecho en buscadores para llegar a este blog!

– Viejo cubano cantando en tu si que vales. (este blog estuvo en la 2º posicion de esa búsqueda en google!! ahora hemos bajado a la quinta posición…)
– Estimado señor carta
– Muñecos informaticos en movimiento gratis (alguien puede decirme qué es esto??)
– Pancartas tipo mandil derechos del niño (2 búsquedas!!)
– www.jorgeviejo.com
– por que nos sentimos incómodos en un ascensor
– Homero con una bolsa negra en la cabeza (4 búsquedas!)
– Jorge viejo 27 años (gracias… ojalá!)
– Yo no estoy loco savemos lo que queremos quetama (si, las faltas son de la búsqueda, no mías)
– Jorge viejo concierto (este me hace especial ilusión!)
– Como picasso cambio la historia del arte (1º posición!! Moríos de envidia, críticos de arte!)
– Churreria ketama (¿¿??)

Otra de las cosas que he aprendido es que es especialmente importante las palabras que aparecen en el título de las entradas. Los buscadores darán prioridad a esas palabras en sus búsquedas. De ahí que quizá están leyendo estas lineas personas que estén buscando la manera de fabricar una bomba. Os tendré informados de cuantos!

Disfrutad de este nuevo año!!

The wire.

En esta época en la que las series de televisión ofrecen las historias mejor contadas, en mi opinión hay una que destaca sobre el resto. No es que haya visto todas, pero de las que he visto sobresale sin duda The wire, a pesar de que nunca haya recibido un premio de esos que tanto gustan entregarse unos a otros la gente del mundo del cine y la televisión.

The wire es una serie sobre la vida real en Baltimore. Es una serie sucia, realista,en la que se trata el tráfico de drogas, mostrando la visión de los traficantes, de los policías, pero también de la sociedad en general, los políticos, la educación, los medios de comunicación. Es una serie ambiciosa, pero que consigue todo lo que se propone. Un guión perfecto, que premia a los constantes.

Una de las características de esta serie, que la hace diferente, es que muchos de los personajes principales mueren. Y no mueren con una cámara lenta, mirándose la herida de la bala con cara de sorpresa, arrodillándose frente a la audiencia y forzando una lágrima. No. Simplemente, mueren. Da igual que el personaje fuera uno de los principales, de los más queridos. Simplemente, mueren. Como en la vida real.

En el bando de los traficantes, muchos mueren, muchos otros son heridos, muchos otros son ejecutados por los propios traficantes. Pero la vida sigue, el negocio debe mantenerse. Pocas muestras de dolor hay en la serie, en la que hay una frase que resume toda la filosofía, que delata cómo de rendidos se muestran ante su realidad, cómo es su visión del mundo, como se parapetan ante el dolor. Ante cualquier muerte o desgracia, siempre hay una frase en el ambiente: “That´s part of the game”. Esto es parte del juego. La vida que hemos elegido tiene estas cosas, mejor que vayas acostumbrándote y vayas aceptándolas. No merece la pena pensar sobre ello, dedicarle un segundo de reflexión. Esta vida es así, y no va a cambiar, así que mejor cambia tú, acéptalo, y sigue adelante.

Pronunciar esa frase significa entender el juego. Saber la posición de uno en el mundo, ser consciente de si mismo. No deja de ser trágica, pero muchos de los personajes la utilizan para edificar el futuro, saber que hay un mañana, pase lo que pase. Y que las desgracias no tienen que ver con uno mismo, si no con esa cosa rara que es la vida.

Ante algún infortunio, me he sorprendido a mi mismo pensando que sólo es parte del juego. Y a veces ayuda.

Si pudiera solo hacer una recomendación sobre películas o series, tengo claro que recomendaría The wire.

Feliz Navidad!

un mendigo, dos sin techo, tres pobres, cuatro sin dinero.

Cuando comienza el frío es más fácil ser sensible hacia las personas que no tienen una casa, un techo, un hogar. Utilizamos muchas palabras para tratar de nombrar a estas personas, que básicamente no tienen dinero suficiente para pagar una sitio caliente donde dormir por las noches, y en algún caso, ni siquiera algo para comer. Hablamos de mendigos, sin techo, sin hogar, pobres…

Es más sencillo preguntarnos dónde dormirán ahora que el frío aprieta, aunque durante todo el año tengan que dormir a la intemperie. Son más visibles ahora que las luces de la ciudad están más tiempo encendidas. Es más visible ese hombre en la puerta de la pastelería, con un vaso de plástico en la mano. es más visible aquel anciano en la puerta del VIPS, que levanta la mano tímidamente cada vez que la puerta se abre. Es más sencillo preguntarse, aunque tras unos pasos, nuestra conciencia viaja hacia otro lugar. Estas personas suelen estar solas, sin compañía. Pero…

Qué pasaría si todos las personas que no tienen hogar en Madrid se juntaran en una misma plaza? Que sucedería si tuviéramos una vista panorámica de la plaza de Sol, o de la de Santa Ana, llena de personas sin hogar, sin techo?. Podría nuestra conciencia dejarlo pasar? Y… por que necesitamos esa imagen para darnos cuenta?

A unos nos llegan las historias individuales, a otros las de grupo. A unos nos llegan las historias que vemos con nuestros ojos, a otros las que nos cuentan con todo lujo de detalle. A cada uno se nos deben contar las historias como necesitamos para sentirlas, para vivirlas. Cada uno tenemos una manera de captar las historias, de aprenderlas. Quizá esta foto de otro punto de vista a esta historia.

Y tu? Qué necesitas?

This man…

Alguna vez has soñado con este hombre?

Dice la historia que en la consulta de un psiquiatra una paciente realizó este retrato para referirse a una persona que aparecía en sus sueños recurrentemente. Ella no conocía a este hombre, ni a nadie que se le pareciera. Pero “este hombre”, como le llamó, solía hablar con ella en sus sueños, le daba consejos y le decía qué cambios debía hacer en su vida.

EL psiquiatra se quedó con el retrato sobre la mesa durante algunos días. Y cual fue su sorpresa cuando, días después, un nuevo cliente entró en su consulta y preguntó, señalando el dibujo: “Qué hace el hombre que aparece en mis sueños aquí?”. El psiquiatra comprobó que “este hombre”, al que el nuevo cliente tampoco conocía físicamente, aparecía en sus sueños para hablarle.

Intrigado, envió a varios colegas el retrato, esperando confirmación de si alguno de sus clientes lo reconocía. Y las respuestas positivas no tardaron en llegar. “Este hombre” aparecía en los sueños de muchas personas diferentes a lo largo del mundo, y nadie parecía saber a quien correspondía esa cara. Sin embargo, todos coincidían en llamarle “este hombre”.

Francia, Corea, Lituania, Estados Unidos, Costa Rica, Alemania… La lista de países con personas que reconocían a este hombre no paraba de crecer. Pero.. quien es este hombre? Por qué aparece en los sueños de tantas personas, sin aparente conexión entre ellas? Los pacientes fueron los que pusieron en marcha una web, www.thisman.org , en la que trataban de aglutinar todos los comentarios sobre este hombre, intentando solucionar el misterio. Puedes encontrar diferentes teorías sobre el caso, retratos de diferentes pacientes muy similares entre ellos, testimonios de muchisimas personas…

Todo esto asusta, quizá alguno de vosotros haya comenzado a dudar si alguna vez este hombre ha aparecido en vuestros sueños.

Esta historia, tan interesante, no es cierta. Es fruto de la imaginación de un sociólogo y comunicador italiano, Andrea Natella, que inventó la historia y puso en marcha la maquinaria para hacerla circular. Sin embargo, es creíble, enlaza con algo interior que nos hace creerla o querer creerla, nos gustaría que fuera cierta. Nos encantaría, en la pequeña parte que aún tenemos como niños, que alguien viniera en nuestros sueños y nos explicara cómo solucionar nuestros aprietos, qué pasos debemos dar para arreglar nuestros problemas. Por pedir, nos gustaría que fuera alguien con un rostro un poco más agradable, pero… la idea en sí misma es atractiva.

De cualquier manera, si rascamos un poco más, la parte adulta intervendrá en la discusión, y nos dirá que ella ha estudiado, y que sabe por qué se producen los sueños. “Son recuerdos de lo vivido, trozos de memoria”. Y ahí es cuando nos damos cuenta de que somos nosotros los que creamos los sueños para nosotros mismos. Somos nosotros los que nos hablamos y escuchamos a la vez.

Y es entonces cuando, enlazando las dos ideas, nos damos cuenta de que nos encantaría que fuéramos nosotros mismos los que nos diéramos consejos para nuestra propia vida. Nos encantaría contar con esa ayuda, una parte de nosotros apareciendo en un lugar tan libre de ataduras como los sueños, tan profundo en nosotros mismos, para poder decirnos cual es el siguiente paso a dar.

Quizá en la base de creer la historia de “this man” esté el deseo de escucharnos. Sabemos que tenemos cosas que decirnos, pero somos conscientes de que nos cuesta escucharnos. Al menos ahora sabemos que hay personas dispuestas a ayudarnos a escucharnos.

La historia del leñador

He contado esta historia a muchos clientes, pero resulta que en youtube te la cuenta el propio autor!!

Pulsa play y comienza a escuchar en el minuto 1:10. Dedicado a todos aquellos que se han ido de puente pensando que quizá deberían estar en la oficina, a aquellos que trabajan desde casa en festivo, a aquellos que no pueden desconectar, a aquellos que les es difícil parar. Descansad! Os lo merecéis!

PD. Si alguien sabe como insertar un vídeo de youtube desde un segundo concreto, le agradeceré muchísimo el consejo. He invertido suficiente tiempo en ello sin resultados! 🙂 Gracias por adelantado!

Toda la información

El metro es un sitio… pintoresco. No es solo un medio de transporte, también es un lugar en el que se entiende la verdadera personalidad de la ciudad.

El otro día estaba yendo al trabajo, cuando se sentaron en los asientos de enfrente una pareja joven, chico y chica. En Madrid ha comenzado ya el frío, con lo que llevaban los dos las manos en los bolsillos en su sudadera de canguro. No hablaban demasiado entre ellos, a esas horas por la mañana pocas personas son comunicativas en el metro.

En un momento dado ella se giró para mirarle, y al mirarle la oreja se dio cuenta de que había algo extraño. Así que, sin dudar, sacó su mano del bolsillo de la sudadera, y con la uña de uno de sus dedos estirados recogió algo de dentro de su oreja. No contenta con el resultado, después de comprobar lo recogido con la uña de su índice, volvió a meter su dedo índice en la oreja del chico, que no decía nada, para intentar recoger algo que se había quedado allí dentro.

Vi mi cara de repelús reflejada en la ventana de enfrente. Creo que no estaba siendo muy sutil… pero no podía remediarlo. Cómo era posible que hiciera ella algo así en público? Como es que él no se sentía molesto por ello? Como es que no podía dejar de mirar?

Llegó mi parada, que también era la suya. Así que nos bajamos, ellos delante de mí, yo aún impactado. Mientras caminábamos hacia la salida por el andén, vi que la manga vacía del brazo derecho de él colgaba inerte, a merced del aire. Ella, con infinita delicadeza, recogió la manga vacía y la metió de nuevo en el bolsillo de su sudadera de canguro.

Y entonces es cuando entendí lo fácil que es juzgar, y lo sencillo que es recibir lecciones. Únicamente es necesario tener abiertos los ojos.

Buscar respuestas en las estrellas.

Estaba yo dormitando frente al televisor de madrugada, cuando en la niebla del entendimiento escuché una suave voz en un anuncio:

“Si quieres solucionar algo que te inquieta, que te atormenta, te perturba, ponte en contacto con nosotros. Solucionaremos tus problemas, para que de esa manera seas feliz.”

Y pensé. “Mira, que buena idea”. Alguien que te escucha y te ayuda a solucionar tus problemas, a superar las barreras que tu mismo te pones. Un anuncio de coaching en la televisión? Así que presté un poco más de atención, pero enseguida me di cuenta que era un anuncio del Horóscopo de Esperanza Gracia.

Que oye, tiene montado su negocio bien, se lo curra y tiene todo el mérito. Me dio por pensar que quizá la finalidad del coaching y del horóscopo no es tan diferente. Básicamente, tratar de ayudar a los clientes a que superen sus malos momentos, ayudarles para que hagan realidad sus sueños. Quizá podía utilizar su eslogan para mi blog.

Así que llamé. Me atendieron amablemente, después de unos minutos de espera y de anunciarme el precio de la llamada, de asegurarse que tenía más de 18 años y de pedirme, dos veces, mi código postal. Un amable ayudante de Esperanza, ella no se pudo poner a pesar de que pregunté por ella, estaría ocupada con sus cosas, me preguntó mi nombre, mi día de nacimiento, mi signo del horóscopo (eso no va con la fecha de nacimiento?) y la hora en la que nací. Al decirle que no la conocía, me comentó que era importante, “Las estrellas tienen diferente influencia dependiendo del momento del día”. Ya he dicho que fue muy amable?

Se lanzó a hablar, comentándome algo sobre la configuración del universo el día de mi nacimiento, y luego pasó a preguntarme si quería saber algo en concreto del futuro, temas de trabajo, de amor… “¿Qué es lo quieres saber?”.

Le dije que quería saber más de mí. Que quería conocerme mejor. Amable silencio al aparato. Quizás también un pequeño cortocircuito.

“Las estrellas…” acertó a decir. “Las estrellas son las que fijan tu futuro.”. Pregunté si entonces daba igual lo que yo hiciera. Si las estrellas podían acertar en el momento que colgara. O si podían saber que iba a preguntar a continuación. No tenía intención de hacérselo pasar mal, solo tenía curiosidad por saber si las estrellas podrían saberlo.

Me preguntó de nuevo qué quería saber, ofreciéndome opciones para elegir: “Amor, trabajo, pareja, familia..” Supongo que quería encauzarme en alguno de sus temas. Le di las gracias. Había sido amable, pero ya había recibido toda la información que necesitaba.

Me asomé a la ventana para ver las pocas estrellas que el cielo de Madrid nos ofrece. Eran pocas, pero… me parecía increíble que Esperanza tuviera las claves de todas ellas. Que tía!

Mirar las estrellas de vez en cuando es sano. Te hace recordar lo pequeño que eres en el universo. Y además es divertido, cuando te das cuenta estás con la boca abierta como un tonto. Cada estrella tiene un nombre, una posición, unas coordenadas, una edad, un papel en este universo que sigue expandiéndose. Cada estrella tiene su personalidad, y es necesario conocerla para tratarla.

El horóscopo no va a darnos las guías para solucionar los problemas con los que nos encontremos. Pero sí nos dará una parte de confianza en nosotros mismos, de fe, que necesitamos para salir adelante. Sin embargo, mirar a las estrellas por la ventana nos hará recordar quien somos, y cómo de diferentes somos de todos los demás. Y que no nos vale cualquier solución, solo aquella que es nuestra, aquella que hemos rebuscado dentro de nosotros mismos, no en las inmensidades del universo, si no tan cerca como es posible, y de la cual tenemos la certeza de que es porque algo ha hecho click en nuestra cabeza al definirse.

Como cuando con una manta para protegernos del frío, en la playa, encontramos esa estrella que creíamos perdida, y conseguimos señalarla con el dedo a los demás, diciendo “Ahí está!”. “Dónde, dónde?” nos preguntaran. “Ahí, ahí está mi estrella”.