El surrealismo.

En estos días se está exponiendo en la Fundación March, en Madrid, una muestra en la que se pueden ver los orígenes del Surrealismo. En ella se muestran piezas originales tan curiosas como esta del Siglo XVI, en la que se ve una ilustración que se ven los enemigos de Lutero, convertidos en animales.
enemigos

Todos entendemos bien qué es el surrealismo. Es el movimiento artístico mejor conocido, nos es fácil catalogar una obra como “surrealista” cuando tiene algún elemento excéntrico o chocante, cuando su contenido está entre la realidad y el sueño. Las metáforas mezcladas y las combinaciones incongruentes son sus símbolos. Siempre sorprende ver el teléfono langosta de Dalí, las fotografías de Man Ray o el cachorro gigante hecho de flores de Jeff Koons, que está frente al Guggenheim de Bilbao. El surrealismo tuvo su máximo esplendor a lo largo del siglo XX, aunque como vemos, sus orígenes están muy atrás en el tiempo.

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Es habitual preguntarse al observar este arte, en el que no es necesario demostrar tanto una gran habilidad técnica como una gran imaginación, de dónde provendrán dichas ideas, cómo el artista conseguirá sacar dichas ideas que parecen tan alejadas de nuestro mundo habitual.

Y… sin embargo, están ahí. Los artistas no hacen nada más que sacar las imágenes que tienen dentro, pero evitan cualquier reflexión “racional” sobre ellas. Si buscas utilidad, no compres un teléfono langosta. Si quieres buscarle un sentido a un perros jugando a las cartas… suerte! Los artistas olvidan los propios limites de la realidad, y por ello son capaces de colocar un bombín a una manzana.

Gracias a la capacidad de olvidarse de la realidad, los artistas surrealistas consiguen construir imágenes que nos hacen soñar, nos divierten, nos aturden. Gracias a evitar los límites de “lo que debería ser”, consiguen resultados extraordinarios, fuera de todo lo normal.

Consiguen que su arte sea el más reconocido por todo el público, precisamente porque todos entendemos el procedimiento. Todos hemos tenido ocasiones en las que hemos buscado escapar de lo racional, dar una salida original, divertida, excéntrica a los problemas que se nos han planteado, aunque muchas veces no lo hemos llevado a cabo. Por eso apreciamos el surrealismo, por su capacidad transgresora y atrevida.

Y… no sería bueno atreverse la próxima vez? No sería bueno lanzar ideas al vuelo, olvidarnos del filtro, ver el resultado en el lienzo?

Por cierto… esto no es un post.

Lección de vida.

nobelAlfred Nobel es hoy conocido mundialmente por ser el benefactor de la fundación de los Premios Nobel, que reparten la Academia sueca. En estos premios se reconoce a algunos profesionales que destaquen por haber tenido una carrera brillante en algún campo concreto, como la literatura, la química o la economía.

Sin embargo, la historia de Alfred tiene un punto de inflexión muy concreto e interesante.

La familia Nobel era numerosa, Alfred contaba con siete hermanos. Nobel dedicó toda su carrera profesional a la química y a la creación de empresas de armas. Tuvo muchísimo éxito, tanto que al llegar a la edad madura, era reconocido en todo el mundo como el inventor de la dinamita.

Un día, uno de sus hermanos falleció. Y el periódico local dedicó unas lineas a su obituario. Pero… un error del periódico hizo que se publicara el obituario de Alfred, en vez del obituario del hermano que había fallecido. Gracias a este error, Alfred Nobel vio el legado que dejaría a su muerte, cómo sería recordado cuando ya no estuviera pisando esta tierra. En el obituario le nombraban como el señor de la dinamita, el inventor de máquinas de matar más y más rápido, y un hombre rico gracias a las guerras.

Aquello desarboló por completo a Alfred. No quería que su vida se viera resumida en aquellas frases, en aquel personaje en el que no se reconocía. Así que… Decidió poner en marcha la Fundación de los Premios Nobel. A ella donó prácticamente toda su fortuna, y consiguió cambiar su propia historia y su legado. Nobel sería reconocido mundialmente por sus Premios, que significan brillantez y excelencia en todos los campos.

Así que… este es es mi regalo de Navidad! La posibilidad de cambiar tu propia vida. Y… en base a qué? Muy fácil. Aquí está la lista.

Estas son las cinco cosas que los enfermos moribundos lamentan de manera más repetida a su enfermera antes de exhalar su último aliento.

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
5. Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.

Feliz Navidad. Feliz Año Nuevo.

El ojo de un avestruz es más grande que su cerebro

Muchos felinos comen sus propias crías, para poder volver a tener relaciones con las hembras.

“Sergio Ramos” tiene 5 veces  más resultados en Google  que “Paul Auster”.

Es imposible pegar un pie y un hombro a una pared y conseguir levantar el otro pie.

Las serpientes huelen lamiendo el aire con la lengua.

El patrón de Pamplona es San Saturnino.

El graznido de un pato no genera eco.

Hitler fue nominado al Premio Nobel de la Paz en 1939. Stalin fue nominado dos veces.

Los murciélagos se cuelgan del techo porque no son capaces de despegar desde el suelo.

Cada uno de los personajes de Bob Esponja representa uno de los siete pecados capitales.

Nunca se ha visto a una avestruz meter la cabeza en la tierra.

 

Nos gusta aprender. Todo lo que hemos leído arriba son aprendizajes banales, de elementos externos a nosotros mismos, que nos resultan curiosos, pero nada útiles.

Imagina lo que debe ser aprender cosas de nosotros mismos…

 

PD. Sigue abierto el post sobre nuevas ideas para combatir el fuego! Participa!