Hello darkness my old friend…

…I’ve come to talk with you again

Así es como empieza una de las canciones más populares de la historia, quizá también de las más emocionantes. Una canción sin estribillo, con solo una guitarra acústica en su versión original, y dos voces, las de Simon & Garfunkel, suficiente para emocionar.

La canción fue escrita reflejando el sentimiento del pueblo estadounidense tras el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en 1963, y, curiosamente, lo hace a través de una melodía andina.

Paul Simon contó que la canción no debería tener un sentido demasiado profundo, que solamente eran versos propios de la angustia adolescente. Solo quería mostrar el sentimiento que tenía dentro tras el magnicidio. Tenía una sensación que no sabía como expresar, y esta canción fue su válvula de escape.

Hay ocasiones en las que algo nos atormenta o angustia, o, simplemente, nos duele. Y no sabemos qué hacer con estos sentimientos, con estas sensaciones. A veces no las expresamos porque tenemos miedo de que los demás no las comprendan, o de ser juzgados. A veces tampoco queremos molestarles con nuestras cosas. Y a veces, simplemente estas ideas no tienen sentido en nuestra cabeza, no sabemos cómo expresarlas.

A veces no las sacamos de la cabeza, porque no sabemos cómo.

Hay personas que expresan sus sentimientos verbalizándolos, otros a través de la poesía, de la música, del baile, de la pintura, la escritura… Lo importante es poder encontrar el vehículo para expresarse. Es necesario expresarlo.

Y… Paul Simon decía que aquello no tenía ni pies ni cabeza, que solo era su voz interior. Y sin embargo… no cuadra todo? La letra es tremendamente sugerente, son imágenes que te hacen comprender exactamente qué tenía en la cabeza al escribirlo. Aunque para él no tenga sentido, o crea pensar que no tiene sentido, la realidad es que el mensaje es claro.

Como bien dice al final de la canción, “The words of the prophets are written on the subway walls and tenement halls”. Y también, añadiríamos, en las letras de las canciones. Cualquier forma de expresarlas será igualmente válidas, siempre que llenen el sonido del silencio.

And whispered in the sounds of silence…

Zihuatanejo

Cadena perpetua es una de esas película que siempre apetece ver. La historia de Andy, un aburrido contable de los años 50, que ingresa en la cárcel, condenado por el asesinato de su mujer y el amante de esta. Un pez fuera del agua, que pasa sus días en la cárcel defendiendose de las agresiones de delincuentes reales, mientras en su cabeza se debate entre la culpa de creerse capaz de asesinar y la responsabilidad de haber conseguido que su vida se fuera por la borda.

Hace amigos estando allí. Inlcuso en la cárcel, un personaje como el de Andy, interpretado por Tim Robbins, consigue destacar por sus conocimientos y paciencia. Entre toda su pandilla destaca Red, interpretado por Morgan Freeman, un “conseguidor” que está a punto de tirar la toalla e “instituacionalizarse”, la palabra que designan para saber que ya son parte de los muros de la cárcel, que el resto del mundo ya no es su hogar.

Andy siempre mantiene abierta la posibilidad de volver a la vida real, a la vida extramuros. Y sabe que la diferencia con su amigo está muy clara. Solo hay que decidir entre querer vivir o querer morir. La decisión es suya, y solo suya. Después vendrá todo lo demás, pero lo primero es elegir, posicionarse.

Andy sabe donde quiere ir cuando salga de la cárcel. Quiere terminar sus días en Zihuatanejo, un lugar de la costa del Pacífico de México, allá donde dicen que el océano no tiene memoria. Andy invita a Red a acompañarle, pero le recuerda que la decisión seguirá siendo suya. Solo hay que decidir si vivir o morir.

Tienes tu Zihuatanejo?

El experimento de Asch

Eres libre? Eres REALMENTE libre?

Yo también creo que hubiera dado la respuesta correcta, pero… este experimento se repite constantemente, siempre con los mismos resultados.

Eres libre? Eres REALMENTE libre?