Lección de vida.

nobelAlfred Nobel es hoy conocido mundialmente por ser el benefactor de la fundación de los Premios Nobel, que reparten la Academia sueca. En estos premios se reconoce a algunos profesionales que destaquen por haber tenido una carrera brillante en algún campo concreto, como la literatura, la química o la economía.

Sin embargo, la historia de Alfred tiene un punto de inflexión muy concreto e interesante.

La familia Nobel era numerosa, Alfred contaba con siete hermanos. Nobel dedicó toda su carrera profesional a la química y a la creación de empresas de armas. Tuvo muchísimo éxito, tanto que al llegar a la edad madura, era reconocido en todo el mundo como el inventor de la dinamita.

Un día, uno de sus hermanos falleció. Y el periódico local dedicó unas lineas a su obituario. Pero… un error del periódico hizo que se publicara el obituario de Alfred, en vez del obituario del hermano que había fallecido. Gracias a este error, Alfred Nobel vio el legado que dejaría a su muerte, cómo sería recordado cuando ya no estuviera pisando esta tierra. En el obituario le nombraban como el señor de la dinamita, el inventor de máquinas de matar más y más rápido, y un hombre rico gracias a las guerras.

Aquello desarboló por completo a Alfred. No quería que su vida se viera resumida en aquellas frases, en aquel personaje en el que no se reconocía. Así que… Decidió poner en marcha la Fundación de los Premios Nobel. A ella donó prácticamente toda su fortuna, y consiguió cambiar su propia historia y su legado. Nobel sería reconocido mundialmente por sus Premios, que significan brillantez y excelencia en todos los campos.

Así que… este es es mi regalo de Navidad! La posibilidad de cambiar tu propia vida. Y… en base a qué? Muy fácil. Aquí está la lista.

Estas son las cinco cosas que los enfermos moribundos lamentan de manera más repetida a su enfermera antes de exhalar su último aliento.

1. Ojalá hubiera tenido el coraje de vivir una vida fiel a mí mismo, no la vida que otros esperaban de mí.
2. Ojalá no hubiera trabajado tan duro.
3. Ojalá hubiera tenido el coraje para expresar mis sentimientos.
4. Me hubiera gustado haber estado en contacto con mis amigos.
5. Me hubiese gustado permitirme a mí mismo ser más feliz.

Feliz Navidad. Feliz Año Nuevo.

Con el número 1/2 en el carenado, Alan Kempster.

Ahora que Jorge Lorenzo está a punto de correr una carrera del campeonato de Moto GP 24 horas después de operarse de una clavícula rota, merece la pena recordar a uno de esos anónimos que hacen que la vida tenga otra dimensión: Alan Kempster

Me quedo con una de sus frases: Si tienes un sueño, persíguelo, porque nadie va conseguirlo por ti.

Alex Zanardi

Alex Zanardi nunca fue un gran piloto de Formula 1, las cosas como son. Estuvo cinco temporadas en Lotus, Williams, Minardi y Jordan, en las que solo consiguió un punto, siendo su mejor resultado un sexto puesto. Realmente, podríamos considerar que estos resultados son mediocres, siempre teniendo en cuenta que hablamos de la Formula 1, en la que solamente los muy privilegiados tiene la posibilidad de participar. Correr en la Formula 1 supone ser parte del Olimpo en la Tierra, una vida llena de lujos y excentricidades.

Zanardi corrió también en la Champ Car, donde tuvo sus mayores éxitos. En 2001 tuvo un brutal accidente en esta competición, que provocó la amputación de sus dos piernas por encima de la rodilla. Un durísimo golpe, que sin embargo no terminó con su carrera. De hecho, siguió participando en el Campeonato Europeo de Turismos y tuvo una nueva oportunidad de subirse a un Formula 1.

En 2009 dejó las carreras de coches, pero ahí no terminaron sus retos. Hace solo unas semanas, en las paralimpiadas de Londres 2012, Zanardi consiguió dos medallas de oro, en contrarreloj individual y en la prueba de ruta, en la categoría H4, en triciclo propulsado por las manos, un deporte muy exigente. Impresiona la imagen de un Zanardi triunfador, tras bajarse de la bici, levantando esta con un brazo por encima de su cabeza.

Zanardi ha demostrado que la voluntad es el arma más poderosa del deportista. La mentalidad supera a la fuerza de las piernas o a la musculatura de los brazos.

Preguntado sobre si defendería su título en los Juegos de Río de Janeiro de 2016, Zanardi contestó que estaba empezando a aburrirse, y que quizá intentaría correr las 500 millas de Indianápolis.

Te atreves a apostar que no es capaz de ganar?