Quien se acuerda del primer disco de Radiohead? Prácticamente nadie, teniendo en cuenta cómo ha sido su evolución posterior, y cómo ellos mismos reniegan del contenido de aquel disco. Ni siquiera tocan en directo Creep, la canción que les lanzó a la fama y que les hizo contactar con una generación, entre la que me incluyo. Aquella voz triste, aquella actitud de derrota asumida, aquellos puñetazos a la mandíbula en forma de guitarras poderosas.
En uno de los discos menos celebrados por los propios Radiohead, “Anyone can play guitar” fue elegida como el segundo single. Evidentemente, a todo el mundo decepcionó, pues no estaba a la altura, como el resto del disco, de Creep, que fue el primero y un bombazo mundial.
Y sin embargo “Anyone can play guitar” es una canción con la que conviene quedarse. El mensaje es claro. Todo el mundo puede tocar la guitarra, todo el mundo puede hacerlo. Radiohead dice que no son especiales, que simplemente hacen lo que les gusta, y que ojalá puedan morir haciéndolo (I wanna be in a band when I get to heaven). A ellos les llenaría eso (Destiny, save me from the world), como a cualquiera le llenaría hacer lo que realmente quieren. Lo que ellos han conseguido, cualquiera puede conseguirlo.
Haz. Haz. Haz.
Toca la guitarra, publica un libro, cambia de trabajo, tírate de cabeza a la piscina, escala el pico más alto, rompe las ataduras, actúa en una obra, juégate el balón decisivo. Cualquier puede hacerlo, cualquiera puede tocar la guitarra. La diferencia es que ellos lo hacen.
Los héroes no son los que imaginan, los héroes son los que hacen.