Una de super héroes.

La gran diferencia en el mundo de los super héroes es la de tener poderes o no tenerlos. Superman podía volar y tenía supervisión, aunque en cuanto la kryptonita hacía aparición, él se quedaba fuera de juego. Batman no tenía superpoderes, por eso es el favorito de mucha gente, habida cuenta de sus logro. Eso sí, contaba con su dinero para poder hacer realidad sus carísimas ideas y planes. Iron man también contaba con una espectacular cuenta bancaria.

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Thor está sacado de un manicomio, y el Capitán América cuenta con el suero del Supersoldado. Hulk tiene tanta fuerza que hace dudar si es un super héroe o un super villano.

Los Watchmen no cuentan con superpoderes, excepto el Doctor Manhattan, que cuenta con todos ellos. En esta novela se pone a prueba el concepto de super héroe, dudando si se debe agrupar en unas pocas manos la seguridad de todos. Y todos desean ser el Doctor Manhattan, que todo lo puede y todo lo sabe.

Los cómic de super héroes te hacen soñar con tener poderes. Qué haría yo si contara con rayos X en los ojos? A dónde iría si tuviera la capacidad de volar? Cómo lanzarías mis redes de araña para cruzar volando la ciudad apoyándom en los edificios? Qué maravillas conseguiría con mis superpoderes?

Y todas estas conjeturas sobre poderes nos hacen dificil ver que tenemos el mayor de los superpoderes. El más importante! Tu, y yo… podemos cambiar el futuro. Es un superpoder bestial! Es tan increible que en ninguno de los cómics se han atrevido siquiera a imaginarlo. Cambiar el futuro!

La linea del tiempo cuenta del pasado, del momento actual, y del futuro. El momento actual es tan efímero que apenas es perceptible. El pasado es inamovible, puesto que no es real, desaparece al pensar en ello. Y es tan frágil que cualquiera puede modificarlo.

Sin embargo… el futuro. Todo lo que hay por hacer, y cómo hacerlo, todo puede ser modificado por ti. Un superpoder impresionante, que has tenido siempre, pero del que no has sido consciente hasta ahora.

Nuestro héroe ha sufrido la revelación. En ls siguientes páginas comenzarán las probaturas de su nuevo poder. En algunas vñetas será gracioso, en otras quizás patético. Pero finalmente conseguirá manejar su superpoder. Y entonces se convertirá en ese super héroe.

Y…ya sabes! Todo poder conlleva una responsabilidad!

Pepe Espaliú, cambiando vidas.

A principios de los años 90 el mundo conoció una verdadera plaga. En aquellos años en todas las esquinas del planeta morían personas aquejadas de una enfermedad incontrolada. No se sabía apenas nada de ella, excepto que mataba lentamente y que era incurable. Pronto se delimitaron los grupos afectados. Los índices de mortalidad se centraban en dos grupos: por un lado los homosexuales, por otro, aquellos que habían consumido drogas por vías intravenosas. Compartir fluidos corporales parecía el medio para contraer la enfermedad. La enfermedad era conocida por sus siglas, SIDA.

Las primeras conclusiones hicieron que el colectivo homosexual fuera mirado con más recelo. Incluso algunos intolerantes se amparaban en la religión, afirmando que aquello era un castigo de Dios. Y aquello verdaderamente parecía una maldición.

La sociedad debía ser reeducada con esta nueva situación. Más tarde se supo que el SIDA no distinguía entre orientaciones sexuales, y que eran muchas otras las posibilidades de contraer la enfermedad, pero en aquel momento las noticias escaseaban. Y cuando solo un colectivo es afectado por un problema, pronto puede asociarsele un estigma. Los homosexuales se jugaban que la sociedad al completo les diera la espalda.

Pepe Espaliú era un artista polifacético. Cordobés, exponía regularmente en los años 80, y obtuvo cierta notoriedad en los corrillos del arte contemporáneo internacional. Era un artista prometedor.

Pero Pepe Espaliú contrajo el SIDA. Y ello le hizo inciar una lucha por el reconocimiento de toda la sociedad de la vulnerabilidad de los enfermos y de la necesidad de acompañamiento de estos enfermos, todo a través del arte. De su arte, de su oficio. Pepe Espaliú inventó la manera de que la sociedad no le apartara, ni a él ni a todos los que representaba.

Pepe Espa..

Siendo ya pública su enfermedad, Pepe Espaliú llevó a cabo una performance. Con sus pies descalzos, pedía a transeuntes que le llevaran en volandas por la calle. Los transeuntes se relevaban unos a otros, en un símbolo de acompañamiento y soporte. Espaliú se mostraba como era, vulnerable, necesitado de la ayuda y compañía de los demás para poder desarrollar su vida normal. Y esta ayuda incluía un contacto físico, un abrazo fraterno, que conseguía que los miedos a “tocar” un enfermo desapareciera.

Pepe Espaliú cambio la percepción de muchos. Al menos, cambió la mía. Su acción supuso un hito importante para mí, y hoy he vuelto a recordarlo.

Nuestras acciones quizá tengan consecuencias en alguien que ni siquiera conozcamos, quizá en alguien que ni siquiera ha nacido aún. Pero para ello es indispensable actuar. Si Pepe hubiera diseñado la acción, pero no la hubiera llevado a cabo, ahora no estaríamos hablando de él. Y habría un par de conciencias un poco menos concienciadas.

Piensa, si. Pero actúa después. Actúa. Actúa. Actúa. Haz.

Bernard Taupin, en la segunda fila.

Seguramente el nombre de Bernard Taupin no sea de los más conocidos en el negocio de la música. Es una nombre que suena exótico, mitad francés, mitad inglés. Suena a cantante de chanson francesa, con porte macarra, bohemio, un solo foco en el escenario, iluminándole a él, escondido su mirada bajo largos mechones, y a su guitarra.

Pero… nada más lejos de la realidad.

Bernard Taupin nació en 1950 en Lincolnshire, Inglaterra. Y en 1967 respondió a un anuncio de la revista musical New Musical Express en la que se solicitaban nuevos artistas musicales. Y no pasó la prueba.

Sin embargo, alguien se quedó con su nombre. Alguien vio talento en aquel joven, a pesar de que no tenía una buena voz. Había algo en sus textos que llamaba la atención. Así que le presentó a un artista que tampoco había pasado aquella prueba, para que trabajaran juntos.

Y juntos comenzaron a escribir canciones. Bernie Taupin escribía las letras, y se las hacía llegar por correo a su nuevo compañero, que componía la música y las cantaba. A los dos años se publicó el primer álbum fruto de su colaboración. No tuvo un gran éxito, pero pronto publicaron el segundo. En él se encontraba estaba esta maravillosa canción, que marcó el inicio de la carrera ininterrumpida de éxitos de su compañero, Elton John.

Después llegaron decenas de canciones y éxitos, Taupin escribía y Elton John ponía la música y las interpretaba: “Rocket Man”, “Crocodile Rock”, “Candle in the Wind”, “Saturday Night’s Alright for Fighting”, “Bennie and the Jets”, “Goodbye Yellow Brick Road”, “Don’t Let The Sun Go Down On Me”, “Daniel”, “Sorry Seems to Be the Hardest Word”, “I’m Still Standing”, “Sad Songs (Say So Much)”, “Sacrifice”, “Nikita”…

Bernie Taupin está considerado uno de los grandes letristas de la historia de la música. Pero siempre ha estado alejado de los focos, de las grandes premios y eventos. A la sombra de Elton John, nunca ha reclamado su trono. Siempre en la segunda fila, esa que está llena de aquellos que no necesitan el reconocimiento para sentirse exitosos.

Elton John sabe que parte de su éxito se lo debe a Bernie. Y fruto de este agradecimiento se publicó en el año 91 un álbum de tributo llamado Two Rooms, en el que muchos artistas homenajeaban a la pareja, haciendo explícito que la historia de Elton John es una historia de dos.

El éxito es escribir cosas como estas:

Don’t let the sun go down on me
Although I search myself,
it’s always someone else I see
I’d just allow a fragment of your life to wander free
But losing everything
is like the sun going down on me

Aunque nadie sepa quien eres. O al menos ese es el éxito para Bernie. Y es que el éxito no significa lo mismo para todos.

Y tu? Ya sabes que es el éxito para ti?

PD. Creo que el mayor éxito de Elton John es haber escondido durante tanto tiempo que su segundo nombre es… Hércules! Elton Hércules John! No es un gran éxito?