Neil Young, por Neil Young.

Neil Young es uno de los mejores cantantes y compositores de música de los últimos cuarenta años. Desde el año 68 ha publicado cerca de cuarenta discos, además de recopilaciones y directos y discos con otros grupos, como Buffalo Springfield y Crosby, Still, Nash & Young. Se puede discutir si las canciones y el estilo (los estilos) de Neil Young pueden gustar más o menos, pero lo que no se puede discutir es su calidad y su absoluto amor y dedicación por y para la música.

Neil Young es referente para decenas de cantantes y grupos actuales. Young ha colaborado en múltiples discos y conciertos con los más variados artistas, como el disco Mirror Ball junto a Pearl Jam, quienes le denominaron “el abuelo del grunge”. Su influencia es patente en la escena musical actual, sin entrar a discutir si es mayor o menor que la de Bob Dylan, el músico con el que se le suele comparar por estilo y trayectoria.

En su biografía, escrita por Jimmy McDonough, uno de sus contemporáneos hacía una comparación entre ambas estrellas en sus primeros años. Insistía en que Neil Young era muy introvertido, y que por el contrario Bob Dylan era muy extrovertido. Ambos, por cierto, tocaron varias veces juntos, y no hay noticias de que hubiera una rivalidad entre ellos, si no más bien respeto y admiración mutua.

De una vieja conferencia de prensa de Neil Young encontré las siguientes palabras, sobre el proceso que le llevaba a escribir una canción: “La canción sale sola. … tu no la creas, sale a través de ti. .. Si se da la situación adecuada, la canción emana a través de mi y queda plasmada en un trozo de papel. No es que me siente a pensar “Ahora voy a inventarme una canción”.” Era el año 1982, Neil Young ya no era un novato.

Así que me pregunté… Qué es lo que tiene Neil Young dentro para escribir sus canciones? Como funciona su cerebro? No tengo ni idea, pero lo que parece cierto es que la respuesta de cómo es Neil Young podemos encontrarlas en sus canciones, que vienen directamente de su ser, sin ningún filtro.

Así que para tratar de saber quien es Neil Young, compilé todas las letras de sus canciones de estos cuarenta años, observando si había algún patrón, alguna pauta común. Qué palabras configuran el universo del Sr. Young?. Así es como surge este gráfico.

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En él aparecen las palabras más presentes en los textos de Neil Young, y ellas nos dicen quien es él.

Encontramos que una de las palabras más comunes es “Love”, lo cual no supone una sorpresa. El amor mueve el mundo, y está presente en la mayoría de las creaciones artísticas, del tipo que sean. Neil Young no es diferente en este sentido, el amor está presente en su vida.

Sin embargo, empezamos a encontrar otras palabras que son reveladoras.

“Know”, el conocimiento necesario. Quiere saber. No se habla de apariencias, no se habla de imaginaciones, se habla de conocimiento. Neil es práctico, quiere conocer. La inteligencia es fundamental para este introvertido. Otra de las palabras que más aparecen en sus canciones es “Mind”, que refuerza esta idea.

“Home”. Neil Young siempre ha estado muy ligado a su tierra natal, Canadá. Sus compatriotas le ven como un referente de sus valores, que son precisamente el de ser hogareños, el de cuidar las cosas de casa, las cercanas. Uno de sus últimos discos (es muy difícil hablar de “su último disco”, pues es muy posible equivocarse) se llama precisamente “A letter home”, grabado en 2014 con técnicas de grabación de los años 40. Una vuelta a los orígenes, a casa. Y.. no me negareis que “casa” es una de las palabras que asociarías a un introvertido.

Entre aquellas palabras que destacan encontramos también “see” y “feel”, que son las maneras en las que Neil Young aprende. Es curioso, tratándose de un músico, que no encontremos la palabra “listen” entre aquellas más usadas. Y es que Young entiende a través de la vista y de las sensaciones. Es una persona visual, y necesita incorporar los sentimientos, la sensaciones. Sin ellas no es capaz de encontrar el sentido, el conocimiento, eso tan importante para él.

A la hora de realizar este gráfico he eliminado las palabras más comunes (and, I, the, you…). Sin embargo, puede ser el dato necesario para entender este ejercicio.

A través de todas sus canciones, Neil Young utilizó las palabras “I”, “me” o “my”, un total de 2.885 veces. Un número muy superior a las 1.825 ocasiones en las que utilizó las palabras “you” o “your”. Además, es necesario tener en cuenta que en este caso ambas palabras pueden refererirse al “vosotros”. Si incluyéramos en la primera cuenta la palabra “we” tendríamos un total de 3.196 presencias.

Esto deja bien a las claras que Young escribe para si, escribe lo que le viene de dentro. Sus canciones son sobre sensaciones, sentimientos, cosas que le suceden y cosas que él ve. No se las cuenta a nadie más que él. Si te gustan, bien; si no, cambia de disco. Utiliza la música para sacar lo que tiene dentro, es su vehículo para abrirse al mundo.

Dicen que Neil Young no es un gran comunicador, pero sus canciones llegan a millones de personas.Si queréis conocerle, escuchad sus canciones, no sus entrevistas.

También dicen que los mensajes de texto los inventó un introvertido, puesto que los introvertidos odiamos hablar por teléfono. Nos manejamos mejor escribiendo, tomando nuestro tiempo para pensar lo que decimos. Parce que no es buena idea llamar al Sr. Young para preguntarle.

Con vosotros, Neil Young, el introvertido. Heart of Gold.

Spud Webb contra la física.

A mitad de temporada, cada año, la NBA dedica un fin de semana a lo que ellos llaman El partido de las estrellas. El evento central es un partido entre los mejores jugadores de las dos conferencias en las que se divide la NBA, la Este y la Oeste. Además, hay varios concursos entre los mejores jugadores, de habilidades, de triples y de mates.

En los últimos años este evento ha quedardo un poco deslucido y algunos de los mejores jugadores renuncian a los concursos individuales, pero en los años 80 y 90 vencer en ellos era especial. Michel Jordan, el mejor jugador de todos los tiempos, se jugó su prestigio participando en varios concursos de mates, y ganó los concursos de 1987 y 1988.

El concurso del año 1986 fue especial para los Atlanta Hawks. En el concurso de mates participaron dos de sus jugadores: Dominique Wilkins, un pivot de 2,03 que ya había ganado el concurso el año anterior a Michael Jordan y defendía el título, y su base Spud Webb, que medía….1,68.
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Spud era el jugador más bajo de aquel año en la NBA, y lo fue hasta la llegada de Mugsy Bogues (1,60). Su compañero de equipo le sacaba, nada más y nada menos, 35 centímetros. Una diferencia crucial en baloncesto, teniendo en cuenta que el aro está a 3 metros y 5 centímetros de altura. Lógicamente todo el mundo daba como favorito a Dominque Wilkins, y nadie confiaba en un bajito de 1,65. Excepto él mismo.

Aquel día todo el mundo se quedó con la boca abierta, porque ganó Spud Webb. Cuenta él mismo que una de las claves de su éxito fue la desconfianza que generó en Wilkins. Jamás le había visto machacar en los entrenamientos, y no se esperaba un gran rival (CUalquier juego de palabras no es intencionado). Spud confiaba en sí mismo, y se convirtió en el hombre más bajo en ganar un concurso de mates de la NBA.

Vean a Spud Webb machacando el aro tras dar una vuelta en el aire sobre si mismo.

Spud no solo era demasiado bajo para machacar el aro. Incluso era bajo para jugar al baloncesto a alto nivel. Pero hizo de su característica una fortaleza, y no una excusa. Supo hacer de sus motivos un punto fuerte, no quiso saber nada de lo que había escrito en los libros, de lo que se estudia en las escuelas, de las medias y de los consejos que desaconsejaban. Simplemente, se hizo fuerte con lo que era, con aquello que lo definía, con aquello que, aunque hubiera querido, no hubiera podido cambiar.

Spud triunfó siendo fiel a lo que él era. Podía haberse desanimado, podría no haber aceptado un reto estratosférico como apuntarse a un concurso de mates, y podría haber seguido con su vida. Pero aquello era lo fácil. Eligió otro camino, y por eso ahora escribimos sobre Spud, lo que es, lo que le hizo fuerte.

El éxito en Costa Rica

El Parque nacional Corcovado se encuentra en la costa pacífica de Costa Rica. Al sur del país, muy cerca ya de Panamá, se extiende esta remota extensión de terreno, a la que solo se puede llegar andando o a través de una lancha. Un lugar remoto, paradisíaco, orgullo de los ticos.

Este Parque nacional es especial, no hay otra igual en el mundo. Contiene, en una extensión similar a cincuenta mil hectáreas (terrestres y marinas), el 5% de las especies mundiales, tanto de animales como de plantas. Es decir, cinco de cada cien especies que conocemos, pueden encontrarse en dicha Reserva.

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Por poner un elemento comparativo de su extraordinaria riqueza medioambiental, en toda la cuenca del Amazonas, con una extensión infinitamente más grande que dicha Reserva, se encuentran el 8% de las especies mundiales. No hay lugar más rico en biodiversidad en el planeta que la Reserva del Corcovado.

Allí se encuentran miles de especies animales, desde grandes depredadores como el jaguar o el puma, hasta una gran diversidad de insectos. Dentro del mundo vegetal encontramos, gracias a la peculiar situación geográfica de la Reserva, infinidad de especies, que configuran una selva densísima. Tanto, que aún hay lugares no explorados de la misma.

Es imposible recorrerla sin guía, pero la experiencia de transitarla con un acompañante es mejor, sin duda. Gracias al guía puedes conocer el nombre de alguna de las especies autóctonas, o poder ver a alguno de los animales de la Reserva, que no son visibles para ojos menos entrenados.

La luz y el agua son abundantes, pero con tanta competencia, es feroz la lucha entre las plantas por hacerse un hueco en la selva. Las palmeras nacen de cocos en cualquier parte, incluso encima de otras palmeras. Se ven árboles de veinte metros de altura, otros que se desarrollan con las raíces fuera de la tierra, algunos creciendo dentro del agua salada del mar. Algunas plantas son diminutas, otras crecen de arriba abajo. Hay plantas de hojas compuestas y simples, lanceoladas o pecioladas o palmeadas o lobuladas, o todo ello, con un tallo rígido o con un tallo flexible. Hay plantas que crecen en espiral, para poder abarcar toda la energía solar posible. Algunas producen flores bellísimas; otras, grandes y feos pétalos nada atractivos. Algunos árboles nacen al abrigo de otros, abrazándolos, creciendo a su vera mientras lentamente les ahogan hasta la muerte para quitarles el puesto. Algunas hojas miden más de un metro. Otras, apenas milímetros.

Cada planta desarrolla su propia personalidad, para poder conseguir el éxito, que en este caso es vivir. Algunas reciben ayudas de los animales para desarrollarse, otras son devoradas por los mismos. En cada especie la aventura es la misma, pero el desarrollo es diferente.

Muchos son los caminos hacia el éxito, y no hay ninguno mejor que otro. Lo importante de los métodos es que sean útiles, que consigan el resultado buscado. Y ello comprende las más variadas posibilidades.

No busques el éxito solo siguiendo los pasos que dieron los demás. Cada uno de nosotros desarrollamos nuestro propio camino, que tiene que estar en línea con nuestra propia individualidad. Y conocer la diversidad de opciones que hay para llegar a un objetivo hará más sencillo el poder idear nuestro propio camino.

En la libreria de Karl Konrad Koreander…

images… Bastián Baltasar Bux roba La historia interminable, un libro que le atrapará, literalmente, y con el que realizará un viaje que nos maravilló cuando fuimos niños. El libro, editado con dos tintas, o la película, con el mítico Fújur, están en nuestra memoria porque eran divertidos, inocentes, aventureros, y protagonizados por un niño, con el que nos era fácil identificarnos.

La historia es bien conocida. Según Bastián va leyendo el libro, va enredándose en la historia que cuenta, la búsqueda de Atreyu, un niño guerrero, de un remedio para la enfermedad de la Emperatriz infantil, quien comanda el reino donde viven, Fantasia. Bastián va metiéndose cada vez más en la historia, tanto, que termina formando parte de ella, formando parte de los problemas, pero también de las soluciones.

La novela nos encantó cuando éramos niños, pero una vez leída de adultos, el mensaje que destila la historia es de lo más cercano a la búsqueda de uno mismo que podemos encontrar. Cientos de libros de autoayuda que contienen el mismo mensaje, y peor contado, que este libro que ya habíamos leído cuando niños.

Fantasía tiene un problema, y es que están apareciendo lugares con la “Nada”, una especie de vacío que va arrasando todo lo que encuentra. Es peligroso quedarse mirándola fijamente, porque te atrapa, y jamás puedes volver a salir de ella.

Atreyu es designado por la Emperatriz Infantil para buscar el remedio a su enfermedad, con la que acabarían también las “Nadas”. Busca por todo el territorio, pero se da cuenta de que necesita la ayuda del otro mundo, del mundo real, de aquel que está leyendo la historia, Bastián.

Bastián tiene miedo de dar el salto al reino de Fantasía, pero decide dar el salto. Pronto llegan a la conclusión de que la Nada es debida a que los hombres ya no crean, ya no imaginan, y por ello Fantasía está desapareciendo.

Mil peripecias ocurren en sus viajes, y Bastián se da cuenta de que cada vez es menos hombre, cada vez está más alejado del mundo real. Cuando ya forma parte completamente de Fantasía, y se da cuenta de que eso no está solucionando el problema, si no más bien agravarlo, ya que sus recuerdos se han perdido.

Todo el periplo, todo el libro, es un ejercicio de autoconocimiento. En él están todas las claves para saber reconocerse uno, para darle la importancia que tiene a este descubrimiento, y para saber ser humilde para aceptarlo. Hay amigos que siempre acompañan, hay pruebas que enfrentan a uno mismo, hay invitaciones a olvidarse de la importancia de uno mismo, hay acertijos que deben resolverse, siempre en la misma dirección.

Michael Ende, el autor, lo resume perfectamente: “Cuando nos fijamos un objetivo, el mejor medio para alcanzarlo es tomar siempre el camino opuesto. No soy yo quien ha inventado dicho método. Para llegar al paraíso, Dante, en su Divina comedia, comienza pasando por el infierno. (···) Para encontrar la realidad hay que hacer lo mismo: darle la espalda y pasar por lo fantástico. Ése es el recorrido que lleva a cabo el héroe de La historia interminable. Para descubrirse, a sí mismo, Bastián debe primero abandonar el mundo real (donde nada tiene sentido) y penetrar en el país de lo fantástico, en el que, por el contrario, todo está cargado de significado. Sin embargo, hay siempre un riesgo cuando se realiza tal periplo; entre la realidad y lo fantástico existe, en efecto, un sutil equilibrio que no debe perturbarse: separado de lo real, lo fantástico pierde también su contenido.”

La lectura de La historia interminable tiene un efecto importantísimo sobre Bastián, quien, a fin de cuentas, somos nosotros mismos. El viajar por Fantasía, el imaginar, el imaginarse, es el primer paso para el cambio real que sucede en Bastián. Es necesario imaginarnos consiguiendo el objetivo para alcanzarlo. A Bastián le costó casi la vida, porque después de imaignar, hay que volver al mundo real. Es necesario combinar ambas. Michael Ende lo clava al decir que “todo dentro de Fantasía tiene sentido”.

Como bien dice el señor Koreander, es una suerte tener un amigo en Fantasía. Y esa suerte no la tienen todos.

Aunque… eso es otra historia, y debe ser contada en otra ocasión.
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Hello darkness my old friend…

…I’ve come to talk with you again

Así es como empieza una de las canciones más populares de la historia, quizá también de las más emocionantes. Una canción sin estribillo, con solo una guitarra acústica en su versión original, y dos voces, las de Simon & Garfunkel, suficiente para emocionar.

La canción fue escrita reflejando el sentimiento del pueblo estadounidense tras el asesinato de John Fitzgerald Kennedy en 1963, y, curiosamente, lo hace a través de una melodía andina.

Paul Simon contó que la canción no debería tener un sentido demasiado profundo, que solamente eran versos propios de la angustia adolescente. Solo quería mostrar el sentimiento que tenía dentro tras el magnicidio. Tenía una sensación que no sabía como expresar, y esta canción fue su válvula de escape.

Hay ocasiones en las que algo nos atormenta o angustia, o, simplemente, nos duele. Y no sabemos qué hacer con estos sentimientos, con estas sensaciones. A veces no las expresamos porque tenemos miedo de que los demás no las comprendan, o de ser juzgados. A veces tampoco queremos molestarles con nuestras cosas. Y a veces, simplemente estas ideas no tienen sentido en nuestra cabeza, no sabemos cómo expresarlas.

A veces no las sacamos de la cabeza, porque no sabemos cómo.

Hay personas que expresan sus sentimientos verbalizándolos, otros a través de la poesía, de la música, del baile, de la pintura, la escritura… Lo importante es poder encontrar el vehículo para expresarse. Es necesario expresarlo.

Y… Paul Simon decía que aquello no tenía ni pies ni cabeza, que solo era su voz interior. Y sin embargo… no cuadra todo? La letra es tremendamente sugerente, son imágenes que te hacen comprender exactamente qué tenía en la cabeza al escribirlo. Aunque para él no tenga sentido, o crea pensar que no tiene sentido, la realidad es que el mensaje es claro.

Como bien dice al final de la canción, “The words of the prophets are written on the subway walls and tenement halls”. Y también, añadiríamos, en las letras de las canciones. Cualquier forma de expresarlas será igualmente válidas, siempre que llenen el sonido del silencio.

And whispered in the sounds of silence…

The beast in me.

Algunos de los malos de las pelis son tan tan malos que se convierten en atractivos. Nos gusta imaginar que tenemos la presencia de Tony Soprano, dominando con el miedo cualquier reunión a la que asistimos, o que acompañamos al Joker por toda la ciudad en sus travesuras. Quien no ha jugado a ser Darth Vader, a poner su voz? Quien no ha pensado en lo extremadamente liberador que debe ser comerse a los enemigos como, literalmente, hacía Hannibal Lecter? Cómo se puede vivir sin haber ensayado una risa malvada frente al espejo?

Los malos atraen, bien porque son reflejo de esa parte mala que tenemos dentro, y que nunca sacaremos, o bien porque, siendo conscientes de que no la vamos a sacar, comprobamos que alguien es capaz de exteriorizarla.

En cualquiera de las dos opciones, llegamos a la conclusión de que tenemos una parte mala.

Nick Lowe es un cantante inglés, conocido por ser un hombre paradójico. Sus canciones son más conocidas que él, lo que seguramente afirma que algo ha hecho bien. En el capítulo piloto de Los Sopranos sonó la canción de Nick Lowe The beast in me.

En ella cantaba…

Sometimes
It tries to kid me that it’s just a teddy bear
Os somehohow managed
To vanish in the air
And that is when I must beware
Of the beast in me

“A veces la bestia en mí trata de hacerme creer que es solo un osito de peluche, o se las arregla para desaparecer. Esas son las veces que tengo que tener más cuidado con la bestia que hay en mí. ”

Es posible esconder la bestia, pero no nos dejemos engañar, sigue ahí. Y a veces nos invita a ponernos el chandal amarillo y coger la katana, aunque hay que tener muy claro cuando debemos dejarla salir… Y es que.. hay veces en la que debemos dejarla salir.

Nebraska y la fortuna.

cartel_de_la_pelicula_nebraska_111_622x466Todos los Estados de Estados Unidos tienen un lema. El de Nebraska es “Donde el Oeste comienza”. No es casual que este Estado sea el que ha elegido Alexander Payne para el título de su última película. El Oeste es, en la cultura de los Estados Unidos, el mayor símil al Dorado, a la consecución de los objetivos, de la aventura.

En esta película se narra la historia de un viejo de Billings, una localidad de Montana, que ve cómo su tiempo se acaba, y se encuentra con que no va a dejar nada a sus hijos, que no va a dejar ningún legado a u muerte. Que su vida ha sido vacía, que su paso por la tierra no va a dejar ninguna huella.

Y recibe una carta de publicidad en la que le notifican que ha ganado un premio de un millón de dólares, y que debe reclamarlo en Nebraska, muy lejos de su Billings. Al ver contrariado que nadie cree que ha ganado semejante dinero, decide emprender la marcha andando. Una locura, a juicio de sus hijos y de la policía, que le detiene para devolverle a su casa. Finalmente uno de sus vástagos se apiada de él, y decide acompañarle en el viaje, hacia un destino que sabe fallido.

En el camino paran en su localidad natal, a la que no vuelve desde hace décadas. Allí vive su viejo hermano, y muchos le recuerdan de su estancia de joven, en la que pasó sin pena ni gloria. Todos le recuerdan como un borracho, pero en cuanto se sabe la noticia de que va a reclamar un premio de un millón de dólares, todos comienzan a cambiar su actitud con él. Alguno se muestra más amable, otro le recuerda su pasado conjunto, un tercero le presiona para resolver viejas deudas.

Los amigos dejan de ser amigos, los familiares olvidan qué significa la familia. Todos ven en él un fajo de billetes, mientras que su hijo asiste como espectador a la degradación moral de la ruina física que es su padre. Y sin embargo, el protagonista sabrá superar todo para intentar conseguir aquella mágica cifra.

El interés propio a veces nos hace pasar malas pasadas. La importancia del dinero está en que es algo exclusivamente numérico, cuantitativo. Un millón de dólares es más que diez mil, y esta cifra es más que cinco. Se utiliza como manera de medir el éxito, tanto en los negocios, como en los deportes, como en la vida. Simplemente es la manera perezosa, superficial, de señalar el triunfo.

En la ciudad se San Louis, en el Estado de Misuri, hay un arco de acero de 192 metros, para conmemorar la expansión de Estados Unidos hacia el Oeste. Un enorme homenaje a todos aquellos pioneros que dejaron el Este del pais para buscar nuevas oportunidades vitales en el Oeste, entre ellas, la llamada de la fiebre del oro. Aquellos pioneros que fueron en busca de fortuna, confundiendo después las dos acepciones de esta palabra.
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Kata ton daimona eaytoy

Jim Morrison. Todo el mundo sabe como vivió. Todo el mundo sabe como murió, y donde está su tumba. Una lápida en el cementerio de Père-Lachaise en París, ciudad en la que encontró la muerte, o en la que tal vez fue ella la que la encontró. Pero hoy no hablaremos de su muerte.

“El nacimiento del rock and roll coincidió con mi adolescencia, mi entrada en la conciencia. Fue una verdadera conexión en ese momento y después. Aunque no pude permitirme fantasear racionalmente para hacer ese vínculo yo mismo. Supongo que todo ese tiempo estaba inconscientemente acumulando información y escuchando. Así que cuando por fin sucedió, mi subconsciente había preparado todo.” El subconsciente de Jim Morrison definiendo como nace la creatividad perfectamente.

Hay una famosa foto de un concierto de The Doors, en blanco y negro.

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En ella Jim Morrison aparece en el suelo del escenario, en mitad de un concierto. Con los ojos cerrados, en posición fetal, aún agarrado al micro, dando la espalda al público. Se le ve exhausto, entregado a la música, al sentimiento. Y sin embargo… Y sin embargo, el público no muestra ninguna emoción. Todos los rostros contenidos, ninguna muestra de histerismo ni ilusión propia de un concierto. Él era la estrella del grupo, el Dios. Pero nadie, excepto él, demuestra ninguna emoción. Jim Morrison, solo en el escenario frente a miles de personas. Todos viendo al cantante mítico, al gran Jim Morrison, tumbado en el suelo. Sintiendo la música a su manera, como él creía en ella. En soledad.

La tumba de Jim Morrison es una lápida hundida, con un pequeño monolito, en el que hay un pequeño lema grabado: Kata ton daimona eaytoy. En griego antiguo, Fiel a su propio espíritu.

Como siempre.

Nuestro mapa del mundo.

Los mapas no son la realidad. Son simplemente una imagen de la misma impresa un papel. La diferencia entre el mapa y el territorio, que escribía Houellebecq.

Y es que incluso el mapa más famoso del mundo puede ser falso. Incluso la imagen más repetida de nuestra realidad puede no ser cierta.

Échale un ojo a este mapa de aquí abajo.

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Este es un mapa diferente. No es el mapamundi habitual que conocemos, aquel en el que Europa parece mucho más grande, ese en el que se aprecia claramente el perfil de Estados Unidos, ese en el que Rusia es medio mundo. En este mapa todo parece distorsionado. África parece demasiado grande. Brasil parece gigante, y Australia… Australia es tan grande como Europa! El mundo, que raro.

Y sin embargo, este es el mapa que refleja la extensión real de los países, su tamaño exacto. Este es el mapa de Gall-Peters, en el que se refleja cómo es la realidad de nuestro mundo.

Evidentemente, este no es el mapa que se utiliza en la vida diaria, puesto que, por razones políticas, interesa más que Europa está en el centro (la cuna de la civilización!), o que Rusia y Estados Unidos sean esos grandes monstruos que no tienen rival en el mundo. Ese mapa en el que el Norte es el lugar que importa, el mapa en el que se empequeñece al Sur. El mapa que trata de perpetuar la realidad social en la que vivimos, pero no el territorio en el que vivimos.

Los mapas, las guías, no son la realidad. Son reflejos, imitaciones de lo real. No hay nadie que pueda hacer realidad un mapa.

No dejes que te digan cómo es tu realidad.
Búscala.

Los días raros de Van Gogh.

Van Gogh es uno de los pintores más valorados hoy en día. Sus cuadros se venden por millones de euros, y todo el mundo conoce su historia. Saben de su genio, de su barba pelirroja, y de la venda que llevaba en su oreja izquierda. Sus cuadros ocupan posiciones de prestigio en los museos de todo el mundo, la gente viaja a otros países solo para disfrutar durante unos minutos de sus pinturas.

Van Gogh era un genio, pero en su época no consiguió vender un solo cuadro. Nadie quiso comprar aquellas imágenes de campesinos durmiendo la siesta tras la siega, en la que se veían los trazos de las pinceladas. Qué era aquello? Y esa noche estrellada? Y esos girasoles en un jarrón? quien podría querer aquello, tan diferente de la moda de entonces?

Y sin embargo Vincent, el pelirrojo, siguió pintando. Siguió marcando los trazos de las pinceladas, siguió mostrando sobre el lienzo su genio, su manera de entender el arte. Siguió sin vender un cuadro, pero creando futuras obras maestras.

Pero Van Gogh también tenía sus días malos. Esos días en los que los trazos no salían, en el que la perspectiva no acababa de funcionar, en el que las ideas no fluían, en el que se sentía torpe incluso para poner nombre a un cuadro. Días en los que pintaba algo llamado “Naturaleza muerta con repollo y zuecos”:

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Hay días en los que no sacamos todo nuestro talento. Hay días en los que estamos torpes en la definición, en la ejecución. Hay días raros, como decían Vetusta Morla. Hay días raros en los que echamos un borrón, aunque seamos el mejor escribiente. Hay días en los que Van Gogh hace una Naturaleza muerta de un repollo y unos zuecos. Y sin embargo nadie se atrevería a decir que Van Gogh no es un gran gran artista.

Hay días raros. Los días raros forman parte de nosotros, pero nosotros no somos los días raros.