Un paso adelante, el paso adelante.

Cuando andamos no pensamos en cómo tenemos que dar el siguiente paso. Simplemente, lo damos. Tras posar la planta del pie izquierdo, no nos detenemos a pensar si tenemos que plantar el pie derecho, cuánto tenemos que elevar la rodilla, con qué ángulo debemos girar el tobillo. Simplemente, damos el paso.

Pero esto no sucede siempre. Hay ocasiones en las que sí nos detenemos al dar un paso adelante. Cuando es un paso importante, fundamental, o cuando es un paso sin dirección, o cuando es un un paso hacia lo desconocido, o cuando.. Cada uno sabemos qué pasos nos cuesta dar, y en cada caso son diferentes. Y en todas estas ocasiones sí nos detenemos a pensar en el ángulo de nuestro tobillo, en la fuerza con la quedaremos el paso, en el ruido que haremos al posar nuestro pie. Y a veces… pensamos tanto… que no terminamos de dar el paso.

Una de estas ocasiones más habituales en las que dudamos sobre cómo debe ser nuestro siguiente paso es a la hora de pedir ayuda. Pedir a alguien que nos ayude, que nos eche una mano, no es lo más sencillo para muchas personas. A veces cuesta un mundo.

A muchos les cuesta dar el paso de pedir ayuda, de levantar la mano y solicitar asistencia. Sin embargo, vemos normal que cuando alguien se tuerce un tobillo, pida unas muletas, o un hombro sobre el que apoyarse. Cuando las ruedas del Formula 1 están gastadas, vemos normal que los pilotos entren en boxes para que las cambien los mecánicos, porque ellos no pueden hacerlo sin ayuda.

Vemos normal que la gente pida ayuda, pero… y a nosotros? Qué nos impide pedir ayuda?. Qué nos impide dar ese paso?.

Saber qué es lo que nos impide levantar la mano y pedir ayuda será el primer paso para superar la situación con la que no podemos. Es un primer paso complicado, supone reconocer (y reconocernos!) que algo no funciona, y que nosotros, sin ayuda, no podemos superarlo. Y a la vez, mágicamente, es el primer paso para superarlo.

Dar el paso adelante es a veces arriesgado, pero puede conseguir que las cosas fluyan.

Os dejo un video de personas que dan un paso adelante, un salto adelante. Y, tras verlo, dime si ese paso adelante no supone libertad.

I Believe I can Fly ( flight of the frenchies). Trailer from sebastien montaz-rosset on Vimeo.

Gracias a Ka por el video!

Picasso y el cambio.

Viendo la noche electoral, en la que todos ganan, y en la que todos se erigen como cabezas del cambio (incluso los candidatos del partido en el actual gobierno), me ha dado por pensar en si realmente cambiamos, si realmente nosotros como personas podemos dar ese giro a nosotros mismos. En el anterior post había dudas de si podemos cambiar nuestros valores. Proponía que hay una parte de nosotros que es irrenunciable, lo que llamamos los valores, pero alguna persona mostraba dudas.

Y me he acordado del cuadro de Picaso Las señoritas de Avignon. Siempre he pensado que Picasso era un genio, alguien capaz de hacer cosas fuera de lo normal. Me di cuenta que Picasso era un genio el día que vi una escultura suya que se llamaba “Cabeza de toro”, creada únicamente con un sillín de bici y el manillar de cabra de la misma.

En el cuadro “Las señoritas de Avignon” se muestra a cinco mujeres, prostitutas, desnudas en diferentes posturas. Miran al espectador sin ningún disimulo, pese a su desnudez. El cuadro supuso un cambio con la trayectoria del autor, pero incluso con la propia historia del arte, rompiendo reglas que hasta ahora dominaban la pintura. Introduce la descomposición del espacio, la descontextualización de las figuras. Picasso comenzó su periodo africano con este cuadro, iniciando el cubismo. Solamente representa aquello que se sabe de las figuras, no aquello que se ve.

El cuadro fue pintado por Picasso en 1907, pero no lo enseñó públicamente hasta 9 años después, ya que aquellos amigos a los que Picasso lo enseñó en este periodo, quedaron muy sorprendidos por el mismo. Muchos no entendieron ese cambio, e incluso se burlaron de él. A Picasso también le afectaban las críticas, por eso tuvo tanto tiempo el cuadro escondido. Años después llegó a venderlo por poco dinero, pero hoy en día es uno de los cuadros referencia de la historia del arte, además de uno de los más valiosos.

Leyendo lo escrito hasta ahora puede dar la sensación de que Picasso cambiaba sus valores, renunciando a ellos, y así sus amigos no conseguían encontrar su verdadera esencia. Pero reflexionando un poco más sobre Picasso, su trayectoria, propongo una solución sencilla: Uno de los valores de Picasso era el cambio.

Picasso tuvo varias etapas, el periodo azul, el periodo rosa, el protocubismo, el cubismo cizannesco, el cubismo analítico, el cubismo hermético, el cubismo sintético, el surrealismo, el periodo de vallauris… fue pacifista, se afilió al partido comunista, hizo el Guernica, hizo esculturas, tuvo innumerables amantes, e incluso podía cambiar de nombre todas las veces que quisiera, ya que se llamaba Pablo Diego José Francisco de Paula Juan Nepomuceno María de los Remedios Cipriano de la Santísima Trinidad Ruiz y Picasso.

Picasso era el cambio en sí, la evolución. Y este hecho es desconcertante, incluso llegando a no ser comprensible.

En el cuadro de Las señoritas de Aviñón hay cinco figuras, y en sus caras podemos ver una evolución en la historia de la pintura. La primera de la izquierda tiene un rostro egipcio, podemos verla de lado. En las dos del centro, los rostros son iguales a las esculturas íberas, y las dos figuras de la derecha, una de las cuales tiene el cuerpo completamente girada, muestran en sus rostros máscaras africanas. (Estas máscaras africanas no se conocieron en Europa hasta aquellas fechas). Un cuadro de cambio en el que muestra el cambio.

Una cosa es tener valores, y cambiarlos. Otra, tener el cambio como un valor. Y otra, hacer creer que cambiar es uno de tus valores.

Frank Sinatra

Frank Sinatra llevaba peluquín.

Esto no tiene nada que ver con el post, pero bueno, es ese poquito de información absurda que siempre aportamos en este blog. Y ahora, vamos con lo interesante.

Frank Sinatra, además de tener varios peluquines con los que viajaba a todas partes, tenía una voz fantástica. Parece que su voz ya no está de actualidad, pero si buscamos su nombre en google encontraremos más de 7 millones de entradas, a pesar de morir mucho antes de existir internet.

Sinatra tenía una canción que le definía mejor que ninguna otra. Su “My way” ha sido mil veces imitada, nunca superada, a pesar de ser una versión de una canción francesa que fue versioneada previamente por Paul Anka, que fue quien cambió la letra de la original.

Y es esa letra la que quisiera comentar. Mientras sigues leyendo, pulsa el play y escucha su Voz.

La canción habla de un hombre que ya está cercano a su final, haciendo repaso a su vida y a sus aventuras. Sinatra consigue que creas que es a tí a quien se lo cuenta. Él es una persona segura. Sabe quien es y no teme repasar lo que ya ha hecho, lo que ha conseguido en su vida. Está especialmente orgulloso de no haber tenido que depender de otros para alcanzar sus objetivos. Está orgullos de haber superado desafíos, de decir lo que piensa y de hacer lo que siente. Y todo, lo ha hecho a su modo. Todo lo ha conseguido a su manera, siendo fiel a sí mismo, convenciéndose de que toda su vida la ha vivido como quería.

El final, apoyado con la orquesta, consigue que la emoción suba.

For what is a man, what has he got?
If not himself, then he has naught.
To say the things he truly feels.
And not the words of one who kneels.
The record shows I took the blows.
And did it my way.

YES, IT WAS MY WAY.

Si, a su manera. Ojalá todos pudiéramos cantar esta canción al final de nuestros días. Vivirla a nuestra manera, estar orgullosos de poder decirlo, de poder cantarlo. No es emocionante?

Y.. a ti? Hay algo que te impida cantar esta canción? Si es así… Qué es lo que te lo impide? Saberlo será el primer paso para poder arreglarlo.

Van Gaal y los valores.

Era lector de La libreta de Van Gaal, una web que nació con la idea de criticar el nivel del periodismo deportivo en España. Publicaba su autor entradas en las que incluía artículos o intervenciones de periodistas deportivos que eran remarcables por lo poco profesionales, partidistas o simplemente lamentables. Una gran idea, dado el nivel de los diarios deportivos de este país. Leía con interés los artículos y también los comentarios que se generaban entre los lectores. Era un debate sano, generalmente, y divertido. (Siempre he pensado que lo mejor de Internet es la posibilidad que todo el mundo tiene de expresarse, y leer los comentarios de las noticias hace que uno tenga una visión completa sobre la misma)

Decía que era lector, porque hace unos días Louis, el seudónimo del periodista que sigue produciendo La libreta de Van Gaal, decidió cerrar la posibilidad de comentar las entradas, dado que, a su juicio, se aprovechaban los que escribían para criticarle a él. El hecho cierto es que el dueño del blog es él, y está en su derecho de hacer lo que considere oportuno con su “criatura”.

Los habituales usuarios crearon una página en la que poder continuar con sus charlas sobre los artículos y los múltiples temas que surgían en las conversaciones. Todos se muestran irritados con Louis, pero también sorprendidos de que una web que nació con el ánimo de hacer una crítica legítima sobre artículos y periodistas deportivos cierre con la excusa de que la gente que comenta critique la propia página o a su autor.

Cuando conocemos una relación, bien sea con una persona, un libro, una empresa, una web o lo que sea, detectamos los valores que rigen esa relación. Los valores pueden ser los que sean, pero deben estar claros: transparencia, lealtad, coherencia, compromiso, cercanía, humildad… Cualquier valor o grupo de valores puede regir dicha relación. Sin embargo, cuando detectamos que estos valores cambian en la relación, inmediatamente somos conscientes de ello, y nos replanteamos dicha relación.

Una cantante que pasa de ser country comprometida con el medio ambiente a hacer música disco buscando ampliar las ventas, una pareja que pasaba el tiempo en comedores sociales y ahora no es capaz de pensar en nadie más que en si misma, un periódico que cambia sus editoriales según el viento que sople… Seguro se te ocurren cientos de ejemplos.

El hecho es que cada mínimo cambio en los valores hacer que dicha relación se tambalee, puesto que afecta a los cimientos de la misma. Esos valores son lo que unen las relaciones, y al verse afectados, muchas relaciones no sobreviven.

La Libreta de Van Gaal siempre ha sido una web interesante, con análisis divertidos y agudos. Sin embargo, los valores que se daban por supuestos para aquellos que la leíamos, no se han confirmado como tal. Puede ser que los lectores hayamos pecado de ingenuos, pues nunca se nos confirmaron dichos . Puede ser que el interés de tener lectores hiciera que el autor del blog fuera contra sus propios valores hasta que algo le ha hecho despertar. Pueden ser mil cosas. Pero los lectores han detectado que algo ha cambiado, algo que en ocasiones no se puede entender o explicar, algo que no flota en la superficie, algo realmente profundo. Algo suficientemente importante.

Además de la lectura casi siempre divertida de la Libreta de Van Gaal estos años, por lo que le agradezco al autor todo su trabajo y tiempo, saco en claro de toda esta historia que si no se comparten los mismos valores, no podrá haber entre las dos partes una relación que funcione. Y no es una enseñanza pequeña.

El espacio vital en el otoño.

Ya ha llegado el otoño, al menos en Madrid. Hasta hace dos días teníamos buen tiempo, pero estas cosas llegan así. Un día se pone a llover, y ya el cielo no vuelve a ser claro a partir de las siete de la tarde hasta que llegue abril.

En los días de otoño la gente se arma con paraguas. Y hago bien en decir que se arman, porque realmente a veces la calle se convierte en un campo de batalla.

Tengo un amigo que odia los paraguas, pero los lleva porque si no se siente indefenso. Está incómodo cargando con él todo el día, porque los días que amanece lloviendo ya sabéis que a medio día para, y los que comienzan con cielo despejado, terminan lloviendo a mares. Es una de las leyes clásicas de Murphy. Y le cabrea tener que cargar con el paraguas todo el día, pero no le queda más remedio que llevarlo para protegerse de el resto de ciudadanos. Y es que cuando llueve, cuando cargamos con un paraguas, perdemos el sentido de nuestras medidas. Nuestras fronteras cambian, y no sabemos controlarlas. Por encima de nuestra cabeza nos sale un sombrero que nos hace medir un metro más de diámetro, y eso no sabemos controlarlo.

Sin embargo… todos conocemos las distancias en las que nos sentimos cómodos. Cuando no llevamos paraguas sabemos hasta donde podemos acercarnos a nuestros interlocutores, sabemos cuando nos sentimos incómodos cuando alguien se nos acerca demasiado para hablarnos, reconocemos la desconfianza de alguien cuando está demasiado lejos para contarnos algo que tiene que contarnos. Todos nos sentimos incómodos en el ascensor, porque estamos demasiado cerca del otro. Y nos sentimos liberados cuando llega nuestro piso.

Cada uno de nosotros tenemos una “burbuja” alrededor, que es la que marca las distancias a las que la gente puede acercarse a nosotros. Esta burbuja varía de tamaño según estemos en la playa, en un concierto o abrazados a otra persona. Los límites son, evidentemente, invisibles, pero todos conocemos los nuestros.

Si queremos que la persona con la que tratamos reciba todo el respeto y aprecio que la tenemos, debemos tener en cuenta esta burbuja, no traspasar los límites. Y esta burbuja no solo se debe quedar en el aspecto físico, si no también en los límites de trato personal y confianza que tenemos con todas las personas con las que nos encontremos, sean clientes, compañeros… Si nos gusta preservar nuestra burbuja, respetemos también la de los demás. Y conseguiremos llegar a un mejor entendimiento.

Y… por favor, cuando paseéis con un paraguas… acordaros de que hay algunos incautos que no llevamos paraguas porque no nos gusta, y no queremos llevarlo únicamente para competir en la batalla. Acordaros de que medís un metro de diámetro, que las varillas de los paraguas están afiladas y a veces pincháis nuestra burbuja!

Los Ketama y la manzana.

Quién me iba a decir a mi que iba a poner una canción de Ketama en el blog…

Muchas veces vamos con el piloto automático. En el día a día no pensamos hacia dónde vamos, qué dirección estamos tomando. Y sin embargo, nos sorprendería que, si preguntáramos a alguien que va corriendo por la calle “Hacia donde vas?”, nos contestara con un “No sé!”, mientras sigue corriendo.

Es más fácil llegar si uno sabe hacia donde ir. Y es que a veces ocurre que llegas y ni te das cuenta, puesto que no sabías donde se supone que tenías que llegar. Así que sigues caminando, o corriendo (sabíais que la gente de Madrid es la que más rápido anda de todas las capitales europeas?), sin saber hacia dónde.

Sea donde sea que queramos llegar, es necesario saber hacia donde nos dirigimos.

Steve Jobs se juntaba con su amigo Wozniak, el que todos apuntan como genio de la informática de Apple, para crear cacharros informáticos en sus garajes que todo el mundo veía como unas rarezas. Sin embargo, tenían una idea. “No estamos locos, que sabemos lo que queremos”, podría haber dicho Jobs, inspirando a Ketama. Pero lo que realmente dijo fue: “Al construir ordenadores al alcance de cualquiera le estoy dando poder a la gente. Pueden acceder a la información ellos mismos. Y eso va a provocar más cambios que cualquier ONG”.

Hubiera sido bonito que Steve Jobs hubiera inspirado a Ketama, pero lamento decir que no es cierto. Sin embargo, Steve Jobs, el conseguidor de Apple, sabía qué es lo que quería. Tenía muy claro su objetivo, y desde luego lo consiguió. Definir su objetivo fue la base, el pilar de la compañía. Y es que… Alguien piensa que Apple hubiera llegado a ser la empresa tan valorada que es si su máximo responsable no tuviera absolutamente claro cual era su objetivo?

Todo esto sería más sencillo de explicar con un video de Steve Jobs cantando “No estamos locos, que sabemos lo que queremos” junto a los hermanos Carmona. Pero no se puede tener todo en la vida! Podemos no tener ese video, pero lo que si que necesitamos es un objetivo.

PD. Quizás alguno de vosotros haya contestado “Ser feliz”, que es un objetivo fantástico. Pero.. si has respondido que quieres ser feliz, la siguiente pregunta es sencilla: “Qué te hace feliz?” y cuando tengas la respuesta podrás responder a “Qué te impide ser feliz?”. Con esas dos listas, puedes empezar a trabajar.

Los Transformers y la sostenibilidad.

En los años 80 los niños teníamos diferentes estímulos a los que tienen ahora los niños del siglo XXI. Nosotros teníamos chapas con caras de ciclistas, canicas y los cococrash, y ahora tienen los muñecos japoneses de nombres impronunciables y las consolas que captan el movimiento. Pocas cosas se han mantenido en estos años, y de esas pocas hay dos que destacan entre los niños, el balón (de reglamento!) y las colecciones de cromos.

Quizá los niños que nos hemos convertido en “señores” a ojos de los niños de ahora (como nos revienta que nos llamen señores!) sigamos disfrutando con los mismos juegos. El fútbol es el pasatiempo universal, y todos los domingos, al menos en una de sus plazas, encontramos en todas las ciudades gente cambiando cromos, y son niños y no tan niños.

Recuerdo una de las colecciones que circulaban en el mercado en los 80: Transformers. Estaban de moda entonces los juguetitos estos, y los niños nos volvíamos, claro, locos. Sacaron una colección de cromos con dibujos de los Transformers, algo muy apreciado para un niño pequeño, como os podéis imaginar. En mi casa creo que aquel año habían tenido suficiente con las colecciones de la liga, así que se mostraban un poco reacios a comprar más cromos. Yo insistía e insistía, quería aquella colección! Sería el único de clase sin ella!

Después de intentarlo todo para convencerme, mi padre se acuclilló para ponerse a mi altura y mirarme a la cara, para preguntarme, de un modo notablemente profundo:

– Esta colección… va a serte útil en la vida?

Recibí la pregunta, quizá la primera pregunta de adulto que me dirigían, tragando saliva. Así que pensé largamente, mientras trataba de aguantar la mirada de mi padre, y contesté gravemente:

– Sí.

Y conseguí mi colección.

En coaching hay un concepto que se llama “ecología”, aunque creo que se ajustaría más la palabra “sostenibilidad”. Este concepto hace referencia a saber qué va a ser de nosotros cuando consigamos el objetivo que nos hemos propuesto. En coaching tratamos de que el cliente se visualice a si mismo consiguiendo su objetivo, siendo consciente de lo que ganará y perderá de conseguir el objetivo. Es sencillo pensar en un objetivo ideal sin tener en cuenta aquello que vas a dejar de hacer o conseguir. Poner un chiringuito en la playa es un pensamiento que se nos ha cruzado a muchos. Cuando nos damos cuenta de todo lo q perderíamos de nuestra vida actual si pusieramos un chiringuito en la playa, entonces entendemos que quizá no sea tan buena idea…

Si mi padre hubiera sabido coaching, y si yo no hubiera tenido 8 años, quizás me hubiera preguntado para qué quería esa colección. Y me hubiera preguntado cómo iba a ser útil la colección de Transformers. Y me hubiera preguntado qué habría hecho con la colección una vez terminada. Y..

Está bien, está bien!! No debería haber hecho la colección de los malditos Transformers!

Artesanas!!

Me encantan las patatas fritas. Antes era capaz de cenar una bolsa de patatas frente a la televisión. Ahora ya no… pero no porque no me apetezca!

Las he probado casi todas. Me gustan especialmente las Lays al plato, calientes un poco al horno están sorprendentemente ricas, las de la churrería Santa Ana, las clásicas de sabor Jamón, las Gourmet de la bolsa negra… bueno, realmente todas, incluso las Pringles, que ya sabéis que no son patatas. Cada uno tiene sus vicios, que le vamos a hacer!

El caso es que el otro día nuestra amiga Blanca nos descubrió una gran sorpresa. “Habéis probado las Lays Artesanas?” nos preguntó. Son las de la bolsa amarilla y verde, con un señor con pinta de churrero y gafas y mandil verde, que sujeta una patata mientras la mira con deseo, y, quizás, orgullo. Quien sabe si es él mismo el que las hace. (en la foto podeis ver la imagen de marca, que he capturado de su web)

Todos contestamos que si, que las habíamos probado. Y que estaban buenas, y que bla, y que bla. En esa discusión, Blanca nos dijo que no era posible que hubiéramos probado las Artesanas. Y no era posible, porque “no se llaman así”.

Todos nos quedamos un poco sorprendidos, habíamos visto aquella bolsa mil veces, no podíamos creer lo que Blanca nos decía, hasta que leímos con atención que es lo que ponía en las bolsas de estas patatas, para terminar dándole la razón.

Cuantas veces damos por supuesto cosas que no son verdad? Cuantas veces dejamos de ver las cosas como realmente son?

Y… por otra parte… a que se debió nuestra incredulidad? Una primera impresión es muy difícil de borrar, no pensaremos que nos están engañando. En cuanto Blanca nos habló, todos pensamos que no era verdad, que no podía ser cierto. La primera imagen que tenemos de Lays es buena, y no podíamos creer que podrían engañarnos de esa manera. Y sin embargo…

Y es que no hay una segunda oportunidad de causar una buena primera impresión.

Se busca Presidente.

Hace unos meses tuve una idea sobre un concurso para la televisión. Me puse en contacto con varias productoras y cadenas, y ninguna de ellas mostró ningún interés en la idea. Sin embargo, creo que es buena, y que me gustaría compartir con vosotros, no me gustaría dejarla en un cajón. Este post corresponde más al perfil de Recursos Humanos, pero quizá os pueda resultar curioso. Os envío el escrito tal y como lo envié a las diferentes productoras:

Objetivo: Entretener al público en la definición del perfil de un Presidente del Gobierno en España y en la búsqueda de candidatos que se ajusten a dicho perfil. El objetivo es mostrar al público el nivel profesional que podrían tener los candidatos a presidente del Gobierno, saber el nivel real de los políticos profesionales.

Este objetivo debe conseguirse con unas bases mínimas:
– Rigurosidad. Se debe definir el perfil de presidente del Gobierno de una manera rigurosa, tal como se hace en cualquier puesto de cualquier empresa. Máxime teniendo en cuenta el grado de responsabilidad del puesto.
– Amplitud. La presidencia del Gobierno tiene múltiples responsabilidades que afectan a todas las personas del país, en mayor o menor medida, así como a otros países de nuestro entorno.
– Neutralidad. En estos días lo más sencillo es caer en la dicotomía derecha-izquierda. El programa debe ser apolítico. Se deben obviar las inclinaciones políticas de los candidatos, seleccionando a las personas por sus capacidades y por su valía profesional.

Teniendo en cuenta estos puntos:
– El programa no será una comedia, es un estudio riguroso, profesional. Un proceso de selección con los pasos básicos de los departamentos de Recursos Humanos: Definición del perfil, anuncios para buscar candidatos, recepción de solicitudes, entrevistas y pruebas técnicas, decisión final.
– Debe estar representada toda la ciudadanía, o al menos la mayor parte de ella. Es necesario también tener en cuenta las implicaciones exteriores de dicho puesto y las responsabilidades asociadas.
– El proceso debe ser transparente, nítido. Los telespectadores van a tener la posibilidad de elegir entre diversos candidatos, pero siempre tendiendo la máxima información de todos ellos.
– El programa no debe ser un reality-show. El programa muestra un proceso de selección a nivel nacional, no las vidas y entresijos de cada uno de los participantes.

Fases del programa.

1. Definición del perfil.

En todos los procesos de selección es necesario conocer qué hace falta para ocupar ese puesto. El puesto de Presidente del Gobierno no debe ser diferente. Es necesario definir tanto los conocimientos necesarios como las habilidades para ello. En cada uno de los puntos será necesario contactar con personas relevantes para elegir las competencias que debe tener un presidente del Gobierno:
o Requisitos. ¿Qué dice la Constitución sobre el presidente del Gobierno? ¿Puede ser cualquiera? ¿Hay alguna otra ley que establezca algún límite para ser presidente del Gobierno?
o Perfil “duro”. Conocer los conocimientos mínimos del puesto a desempeñar. Conocimientos técnicos, licenciaturas, idiomas, años de experiencia…

o Perfil “blando”. Conocer qué habilidades debe tener una persona para ocupar la presidencia del Gobierno. Definir si es necesario tener “equilibrio, mano izquierda, templanza, si debe estar cerca de las altas esferas o del pueblo…

o Para conocer este perfil, es necesario entrevistarse con personas relevantes cercanas a la presidencia del Gobierno en algún momento de la historia y respetadas por la opinión pública. Además, debe haber opiniones de otras personas que tengan algo que decir, y que lo hagan con responsabilidad, sin entrar en el juego político. Algunos ejemplos:

 Personalidades políticas: Manuel Pimentel, Manuel Almunia, Javier Solana, Iñaki Azkuna, Jordi Pujol, Inocencio Arias, José Antonio Ardanza, Rodrigo Rato, Manuel Marín…
 Otras personalidades de fuera de la política: Fernando Savater, Isidoro Álvarez, Iñaki Gabilondo, Ana Patricia Botín, Amparo Moraleda, Antonio Garrigues, Lluis Bassat, Paloma O´Shea, Victoria Prego, Carmen Iglesias, Magda Salarich, Fernando Gonzalez Urbaneja, Matías Prats, Pablo Isla, Eduardo Punset, Manuel Castells, Rosa María Calaf, Federico Mayor Zaragoza…
 Otras voces: Bill Gates, Bill Clinton, Lula da Silva, Richard Rogers, Raymond Carr, Anthony Giddens…
 Profesionales de Recursos Humanos. Responsables de selección de grandes o prestigiosas empresas y consultoras de Recursos Humanos: BBVA, Development System, Repsol, Price Waterhouse Coopers, Inda, Seat, Inditex…
 Ciudadanos. Personas que representen todo el espectro de la ciudadanía: ciudad, campo, pequeñas poblaciones, acomodados y mileuristas, jóvenes y jubilados, con expectativas de futuro y sin ellas, con experiencia internacional y sin ella. Empleados y autónomos, camareros y clientes.

Resumen. Un panel de expertos en Recursos Humanos, profesionales que se dedican a definir perfiles y seleccionar directivos en las empresas, se encargarán de gestionar toda la información del perfil, definiendo claramente las competencias y los incidentes críticos que se buscan en cada una de ellos. Como resultado, una definición clara de cuales son los requisitos básicos para ser Presidente del Gobierno.

2. Búsqueda de candidatos.

En esta segunda fase es necesario contactar con los posibles candidatos a ocupar este puesto. Para ello se pondrán anuncios en los diarios más importantes, en las webs de empleo, en los anuncios de televisión. El equipo de expertos en RRHH serán los que definan el texto a incluir en el anuncio. Para llamar la atención, un texto como “Se busca: Presidente del Gobierno”, con la remuneración y los requisitos básicos que se hayan concretado (Licenciado en Derecho o en Económicas, años de experiencia, habilidades técnicas…). El objetivo es conseguir personas interesadas en el puesto, con las capacidades necesarias para asumir dicho puesto y dispuestas a afrontar el proceso de selección.

3. Selección de candidatos.

En esta fase se simulan las fases de un proceso de selección con los candidatos seleccionados.
– Selección de cvs. Leer y cribar todos los currículum recibidos respondiendo a la oferta por los diversos medios. En los procesos de selección en torno al 5% de las personas que contestan a una oferta podrían encajar en el puesto ofertado.
– Realización de dinámicas de grupo. Una vez seleccionados los mejores 20 candidatos, iniciar pruebas de selección. La primera de ellas es una dinámica de grupo, que servirá para descartar al 50% de los candidatos. En ella se evalúan las habilidades personales de relación con el resto de candidatos, la comunicación, la gestión del tiempo, el interés por el detalle, la toma de decisiones…
– Assessment center. Una vez seleccionados los 10 mejores candidatos se harán dos grupos de cinco, que harán un assessment center. Pruebas de presentación en público, toma de decisiones en equipo, asunción de responsabilidades… Es un día intenso de trabajo, en algún hotel o centro de convenciones, evaluados por el grupo de expertos en Recursos Humanos.
– Finalmente, una entrevista de selección personal a los seis u ocho mejores candidatos, dependiendo de los resultados del assessment center. Entrevistados por 4 diferentes profesionales de selección, que entre ellos discutirán cual es el mejor candidato. Solamente entrevistan a uno o dos de los candidatos finales, pero conocerán las entrevistas de todos los demás candidatos.
– Decisión final. Los cuatro profesionales de Recursos Humanos seleccionarán al candidato ideal. El vencedor del programa será al candidato que decidan estos cuatro profesionales. En paralelo el público podrá elegir sus 4 candidatos ideales, pero el vencedor será el que seleccione la terna de profesionales de RH.

Obtendrán un premio los cuatro finalistas en forman de 15.000 € para invertir en formación. El vencedor, elegido por la terna de expertos, recibirá 25.000 € para invertir en formación.

Costes:
El coste del programa no es muy alto, puesto que la mayor parte del programa se basa en entrevistas que deberán ser gratuitas y desinteresadas. El coste más alto debe ser para el panel de expertos en Recursos Humanos y el montaje del programa en si. Incluso la publicidad del programa tendría un coste relativo, ya que los anuncios en prensa y en televisión del puesto de trabajo serán la publicidad más efectiva para el programa.

Beneficios:
– Beneficio económico en mensajes en los procesos de selección.
– Participación ciudadana, lo que supone un comentario constante, un programa en boca de todos en todas las conversaciones.
– Mejora de la imagen de la cadena ante las críticas del concepto de televisión actual. Otra televisión es posible! Liderazgo en entretenimiento responsable.
– No es un programa caro para la mejora de la imagen de la cadena que lo emita.

Imagen:

– El ejemplo de “El aprendiz”, el programa de Lluis Bassat puede darnos una idea de que lo estrictamente profesional no debe caer en la seriedad más absoluta. El programa debe ser también un espectáculo. Estamos eligiendo un puesto muy importante, pero no debemos olvidar que es una persona, que también es humano, cercano, que tiene necesidades. No buscamos una máquina.
– Es necesario contar con unos conductores que transmitan cercanía, pero también profesionalidad. No personas de informativos, no un “hombre espectáculo”. Deben saber dar una imagen profesional en las entrevistas con los personajes relevantes, pero cercana con los ciudadanos y con los candidatos. Como tándem novedoso podría funcionar Belén Rueda y Lorenzo Milá, ambos combinan profesionalidad, credibilidad y cercanía.
– No es un programa de plató, de público. Es necesario hacerlo acogedor, pero no con una grada de invitados. El programa debe ocurrir más en exteriores que en plató.

Por si a alguien se le ocurre montar el proyecto.. está registrado! 🙂

Nada Surf y la crisis de los 30.

Hace unos meses estuve en el concierto de Nada Surf en Madrid, en el que presentaban su último disco, de versiones de canciones que les gustaban. Por motivos que no vienen al caso, tuve que ir sólo al concierto, y.. no sé si lo habreis probado, pero es realmente raro ir solo a un concierto. Por suerte, evité la peor parte, la de estar mirando el escenario con una bebida en la mano esperando que comenzara el concierto, escuchando las conversaciones de alrededor y soportando las miradas de “Ha venido solo?”. Llegué justo en el momento en que las luces se apagaban y aplaudíamos la salida de los músicos.

Nada Surf es uno de los grupos de mi vida, a pesar de que no son tan conocidos como debieran, al menos en mi opinión. Desde hace casi diez años son uno de los grupos que me han marcado, de los que he esperado discos nuevos, de los que, además, he visto con agrado como evolucionaban. En cualquier ocasión que he tenido he tratado de que la gente que me rodeara escuchara alguna de sus mejores canciones.

Así que estaba realmente emocionado por el concierto, a pesar de no tener con quien ir (podeis comprobar que mis intentos de que el grupo les gustara a mis amigos no ha tenido mucho éxito). La sala estaba llena, y se notadaba ambiente de buen concierto. Comenzaron con algunas de las canciones de los últimos discos, incluso con las de su último disco de versiones. Sonaban perfecto, y la gente rompía a aplaudir tras cada final, y juntos botábamos en todas las canciones animadas. Entonces comenzaron la interpretación de 80 windows, una de las canciones de sus primeros discos, una de sus canciones más emotivas. Comencé a cantar la letra a voz en grito, dejándome llevar por la emoción, en perfecta comunión con el grupo. Emocionante.

Sin embargo, a media canción me di cuenta que algo faltaba. El ambiente no era el mismo, había alguna ausencia. Tardé en apreciarlo, pero en cuanto me di cuenta supe qué es lo que era. Nadie más cantaba. Allí estábamos dos mil personas, pero solo cantaba yo. El público de mi alrededor me miraba, con cara extraña, incluso se apartaban un poco de mi, formando un círulo a mi alrededor. Reduje un poco mi entusiasmo, avergonzado por ser el único que cantaba a voz en grito.

Hasta entonces no me había fijado en el resto del público. Ahora, con los focos del escenario, podía ver que aquellas caras que me miraban extrañadas eran más jóvenes que yo. Mucho más jóvenes. Y supe que era el único de los que estaba allí que llevaba escuchando a aquel grupo los últimos diez años. Era el abuelo cebolleta de la sesión.

Me hizo pensar que la juventud quedaba un poco más atrás (tampoco demasiado). Pero también entendí todo lo que Nada Surf me habia aportado, y los momentos que había vivido y compartido con aquella música. Me sentí viejo, si, pero privilegiado también por tener todas aquellas experiencias que contar. Y que aquellos que me rodeaban aún tenían por vivir.

Entendí aquello rápidamente, me dio tiempo a recuperarme, olvidarme de todos aquellos que me miraban y seguir cantando aquello de “The moon is closer to the sun that I am to anyone”.

Toda situación tiene algo de positivo, y algo de negativo. Tiene todas las lecturas que nosotros queramos darle, y nosotros seremos los que elijamos el sentido que queramos darle. En esta ocasión decidí disfrutar la situación, aunque no siempre será así. Pero lo que no debemos olvidar es que somos nosotros, y solo nosotros los que decidimos cantar o no.

Quieres cantar? Aqui tienes la versión karaoke. Te veo en el próximo concierto!