Malas noticias!!

Seguramente este post tendrá más visitas que cualquier otro, básicamente porque estará anunciado como ¡Malas noticias!. Y es que nos gustan mucho más las malas noticias que las buenas. Y no hablo de la canción de Los Suaves que da nombre al post. Por cierto…dale al play si quieres ir escuchando.

Y sin embargo, el post va exactamente de lo contrario, de la actitud positiva con la que podemos afrontar el día a día. Solo tenemos un foco de atención, y solemos ponerlo en las malas noticias. Nos encantan los titulares de los diarios que contienen la palabra “morbo” o “polémica”, porque sabemos que va a haber debate, y también va a haber una parte damnificada. Y eso nos encanta.

Resulta más atractivo un titular como “Polémica por el alto de un bordillo en la junta municipal” que “Acuerdo final por las medidas de los bordillos en la junta municipal”. Nos interesa que haya chicha, que haya una pelea, una disputa. No nos gusta ver el resultado final, nos interesa el proceso, y si es con alguna disputa en medio, mejor que mejor.

Y.. sin embargo eso nos hace ver la cara amarga de todos los sucesos. Ponemos la atención en aquellas cosas que no la merecen. Si hay una pelea en la calle, nos quedaremos a prestar atención. Si un hombre se arrodilla frente a su pareja para pedirla matrimonio, abandonaremos el lugar sin hacer mucho caso.

Por suerte tenemos a alguien que piensa que las cosas no tienen por qué ser así.

En Huelva ha nacido el diario on line “Huelva Buenas Noticias”. www.huelvabuenasnoticias.com . Y… bueno, el nombre es en este caso autoexplicativo. Un diario en el que priman las buenas noticias. En el que se da información, pero poniendo el foco en la vida, en todo lo bueno que sucede a nuestro alrededor. De política, de sociedad, de arte, de economía… De todo tipo, pero todas buenas.

Y… hay buenas noticias todos los días?. Por supuesto! Que se había pensado usted?. Y… que hacen con las malas noticias? Las ignoran o camuflan?. En absoluto, las incluyen bajo el epígrafe “No son buenas noticias”. Y… eso vende?. Pues.. están pensando en ampliar el negocio a otras provincias, así que parece que si!.

Un diario en el que tratan de informar transmitiendo optimismo, sin manipular, sin engañar, simplemente buscando (escarbando!) para encontrar las buenas noticias allá donde estén. Y ofreciendo al público que lo desee toda la verdad sobre la realidad, desde un punto de vista optimista.

Enhorabuena, Huelva Buenas Noticias!!

Ahora solo es necesario que tu decidas qué noticias quieres leer.

Una de super héroes.

La gran diferencia en el mundo de los super héroes es la de tener poderes o no tenerlos. Superman podía volar y tenía supervisión, aunque en cuanto la kryptonita hacía aparición, él se quedaba fuera de juego. Batman no tenía superpoderes, por eso es el favorito de mucha gente, habida cuenta de sus logro. Eso sí, contaba con su dinero para poder hacer realidad sus carísimas ideas y planes. Iron man también contaba con una espectacular cuenta bancaria.

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Thor está sacado de un manicomio, y el Capitán América cuenta con el suero del Supersoldado. Hulk tiene tanta fuerza que hace dudar si es un super héroe o un super villano.

Los Watchmen no cuentan con superpoderes, excepto el Doctor Manhattan, que cuenta con todos ellos. En esta novela se pone a prueba el concepto de super héroe, dudando si se debe agrupar en unas pocas manos la seguridad de todos. Y todos desean ser el Doctor Manhattan, que todo lo puede y todo lo sabe.

Los cómic de super héroes te hacen soñar con tener poderes. Qué haría yo si contara con rayos X en los ojos? A dónde iría si tuviera la capacidad de volar? Cómo lanzarías mis redes de araña para cruzar volando la ciudad apoyándom en los edificios? Qué maravillas conseguiría con mis superpoderes?

Y todas estas conjeturas sobre poderes nos hacen dificil ver que tenemos el mayor de los superpoderes. El más importante! Tu, y yo… podemos cambiar el futuro. Es un superpoder bestial! Es tan increible que en ninguno de los cómics se han atrevido siquiera a imaginarlo. Cambiar el futuro!

La linea del tiempo cuenta del pasado, del momento actual, y del futuro. El momento actual es tan efímero que apenas es perceptible. El pasado es inamovible, puesto que no es real, desaparece al pensar en ello. Y es tan frágil que cualquiera puede modificarlo.

Sin embargo… el futuro. Todo lo que hay por hacer, y cómo hacerlo, todo puede ser modificado por ti. Un superpoder impresionante, que has tenido siempre, pero del que no has sido consciente hasta ahora.

Nuestro héroe ha sufrido la revelación. En ls siguientes páginas comenzarán las probaturas de su nuevo poder. En algunas vñetas será gracioso, en otras quizás patético. Pero finalmente conseguirá manejar su superpoder. Y entonces se convertirá en ese super héroe.

Y…ya sabes! Todo poder conlleva una responsabilidad!

Pepe Espaliú, cambiando vidas.

A principios de los años 90 el mundo conoció una verdadera plaga. En aquellos años en todas las esquinas del planeta morían personas aquejadas de una enfermedad incontrolada. No se sabía apenas nada de ella, excepto que mataba lentamente y que era incurable. Pronto se delimitaron los grupos afectados. Los índices de mortalidad se centraban en dos grupos: por un lado los homosexuales, por otro, aquellos que habían consumido drogas por vías intravenosas. Compartir fluidos corporales parecía el medio para contraer la enfermedad. La enfermedad era conocida por sus siglas, SIDA.

Las primeras conclusiones hicieron que el colectivo homosexual fuera mirado con más recelo. Incluso algunos intolerantes se amparaban en la religión, afirmando que aquello era un castigo de Dios. Y aquello verdaderamente parecía una maldición.

La sociedad debía ser reeducada con esta nueva situación. Más tarde se supo que el SIDA no distinguía entre orientaciones sexuales, y que eran muchas otras las posibilidades de contraer la enfermedad, pero en aquel momento las noticias escaseaban. Y cuando solo un colectivo es afectado por un problema, pronto puede asociarsele un estigma. Los homosexuales se jugaban que la sociedad al completo les diera la espalda.

Pepe Espaliú era un artista polifacético. Cordobés, exponía regularmente en los años 80, y obtuvo cierta notoriedad en los corrillos del arte contemporáneo internacional. Era un artista prometedor.

Pero Pepe Espaliú contrajo el SIDA. Y ello le hizo inciar una lucha por el reconocimiento de toda la sociedad de la vulnerabilidad de los enfermos y de la necesidad de acompañamiento de estos enfermos, todo a través del arte. De su arte, de su oficio. Pepe Espaliú inventó la manera de que la sociedad no le apartara, ni a él ni a todos los que representaba.

Pepe Espa..

Siendo ya pública su enfermedad, Pepe Espaliú llevó a cabo una performance. Con sus pies descalzos, pedía a transeuntes que le llevaran en volandas por la calle. Los transeuntes se relevaban unos a otros, en un símbolo de acompañamiento y soporte. Espaliú se mostraba como era, vulnerable, necesitado de la ayuda y compañía de los demás para poder desarrollar su vida normal. Y esta ayuda incluía un contacto físico, un abrazo fraterno, que conseguía que los miedos a “tocar” un enfermo desapareciera.

Pepe Espaliú cambio la percepción de muchos. Al menos, cambió la mía. Su acción supuso un hito importante para mí, y hoy he vuelto a recordarlo.

Nuestras acciones quizá tengan consecuencias en alguien que ni siquiera conozcamos, quizá en alguien que ni siquiera ha nacido aún. Pero para ello es indispensable actuar. Si Pepe hubiera diseñado la acción, pero no la hubiera llevado a cabo, ahora no estaríamos hablando de él. Y habría un par de conciencias un poco menos concienciadas.

Piensa, si. Pero actúa después. Actúa. Actúa. Actúa. Haz.

Bernard Taupin, en la segunda fila.

Seguramente el nombre de Bernard Taupin no sea de los más conocidos en el negocio de la música. Es una nombre que suena exótico, mitad francés, mitad inglés. Suena a cantante de chanson francesa, con porte macarra, bohemio, un solo foco en el escenario, iluminándole a él, escondido su mirada bajo largos mechones, y a su guitarra.

Pero… nada más lejos de la realidad.

Bernard Taupin nació en 1950 en Lincolnshire, Inglaterra. Y en 1967 respondió a un anuncio de la revista musical New Musical Express en la que se solicitaban nuevos artistas musicales. Y no pasó la prueba.

Sin embargo, alguien se quedó con su nombre. Alguien vio talento en aquel joven, a pesar de que no tenía una buena voz. Había algo en sus textos que llamaba la atención. Así que le presentó a un artista que tampoco había pasado aquella prueba, para que trabajaran juntos.

Y juntos comenzaron a escribir canciones. Bernie Taupin escribía las letras, y se las hacía llegar por correo a su nuevo compañero, que componía la música y las cantaba. A los dos años se publicó el primer álbum fruto de su colaboración. No tuvo un gran éxito, pero pronto publicaron el segundo. En él se encontraba estaba esta maravillosa canción, que marcó el inicio de la carrera ininterrumpida de éxitos de su compañero, Elton John.

Después llegaron decenas de canciones y éxitos, Taupin escribía y Elton John ponía la música y las interpretaba: “Rocket Man”, “Crocodile Rock”, “Candle in the Wind”, “Saturday Night’s Alright for Fighting”, “Bennie and the Jets”, “Goodbye Yellow Brick Road”, “Don’t Let The Sun Go Down On Me”, “Daniel”, “Sorry Seems to Be the Hardest Word”, “I’m Still Standing”, “Sad Songs (Say So Much)”, “Sacrifice”, “Nikita”…

Bernie Taupin está considerado uno de los grandes letristas de la historia de la música. Pero siempre ha estado alejado de los focos, de las grandes premios y eventos. A la sombra de Elton John, nunca ha reclamado su trono. Siempre en la segunda fila, esa que está llena de aquellos que no necesitan el reconocimiento para sentirse exitosos.

Elton John sabe que parte de su éxito se lo debe a Bernie. Y fruto de este agradecimiento se publicó en el año 91 un álbum de tributo llamado Two Rooms, en el que muchos artistas homenajeaban a la pareja, haciendo explícito que la historia de Elton John es una historia de dos.

El éxito es escribir cosas como estas:

Don’t let the sun go down on me
Although I search myself,
it’s always someone else I see
I’d just allow a fragment of your life to wander free
But losing everything
is like the sun going down on me

Aunque nadie sepa quien eres. O al menos ese es el éxito para Bernie. Y es que el éxito no significa lo mismo para todos.

Y tu? Ya sabes que es el éxito para ti?

PD. Creo que el mayor éxito de Elton John es haber escondido durante tanto tiempo que su segundo nombre es… Hércules! Elton Hércules John! No es un gran éxito?

Nuestro mapa del mundo.

Los mapas no son la realidad. Son simplemente una imagen de la misma impresa un papel. La diferencia entre el mapa y el territorio, que escribía Houellebecq.

Y es que incluso el mapa más famoso del mundo puede ser falso. Incluso la imagen más repetida de nuestra realidad puede no ser cierta.

Échale un ojo a este mapa de aquí abajo.

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Este es un mapa diferente. No es el mapamundi habitual que conocemos, aquel en el que Europa parece mucho más grande, ese en el que se aprecia claramente el perfil de Estados Unidos, ese en el que Rusia es medio mundo. En este mapa todo parece distorsionado. África parece demasiado grande. Brasil parece gigante, y Australia… Australia es tan grande como Europa! El mundo, que raro.

Y sin embargo, este es el mapa que refleja la extensión real de los países, su tamaño exacto. Este es el mapa de Gall-Peters, en el que se refleja cómo es la realidad de nuestro mundo.

Evidentemente, este no es el mapa que se utiliza en la vida diaria, puesto que, por razones políticas, interesa más que Europa está en el centro (la cuna de la civilización!), o que Rusia y Estados Unidos sean esos grandes monstruos que no tienen rival en el mundo. Ese mapa en el que el Norte es el lugar que importa, el mapa en el que se empequeñece al Sur. El mapa que trata de perpetuar la realidad social en la que vivimos, pero no el territorio en el que vivimos.

Los mapas, las guías, no son la realidad. Son reflejos, imitaciones de lo real. No hay nadie que pueda hacer realidad un mapa.

No dejes que te digan cómo es tu realidad.
Búscala.

Zihuatanejo

Cadena perpetua es una de esas película que siempre apetece ver. La historia de Andy, un aburrido contable de los años 50, que ingresa en la cárcel, condenado por el asesinato de su mujer y el amante de esta. Un pez fuera del agua, que pasa sus días en la cárcel defendiendose de las agresiones de delincuentes reales, mientras en su cabeza se debate entre la culpa de creerse capaz de asesinar y la responsabilidad de haber conseguido que su vida se fuera por la borda.

Hace amigos estando allí. Inlcuso en la cárcel, un personaje como el de Andy, interpretado por Tim Robbins, consigue destacar por sus conocimientos y paciencia. Entre toda su pandilla destaca Red, interpretado por Morgan Freeman, un “conseguidor” que está a punto de tirar la toalla e “instituacionalizarse”, la palabra que designan para saber que ya son parte de los muros de la cárcel, que el resto del mundo ya no es su hogar.

Andy siempre mantiene abierta la posibilidad de volver a la vida real, a la vida extramuros. Y sabe que la diferencia con su amigo está muy clara. Solo hay que decidir entre querer vivir o querer morir. La decisión es suya, y solo suya. Después vendrá todo lo demás, pero lo primero es elegir, posicionarse.

Andy sabe donde quiere ir cuando salga de la cárcel. Quiere terminar sus días en Zihuatanejo, un lugar de la costa del Pacífico de México, allá donde dicen que el océano no tiene memoria. Andy invita a Red a acompañarle, pero le recuerda que la decisión seguirá siendo suya. Solo hay que decidir si vivir o morir.

Tienes tu Zihuatanejo?

La batalla. Un cuento de coaching.

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La nieve caía con paracaídas. Lenta, suavemente, deteniendo el tiempo, escondiendo en blanco cualquier sonido. Si ponía atención podía escuchar cada copo posarse sobre sus hermanos, encajando su propia autenticidad en la montaña de diferencias. Sentada, con las piernas recogidas y cruzadas, mantenía la respiración para no perturbar el espectáculo. Los copos aterrizaban en su ropa, y jugaba a adivinar sus formas antes de fundirse en humedad. Algunos copos eran grandes como monedas de cobre, pero eran los más inestables de todos, los primeros en desaparecer.

La nieve comenzaba a cubrirla, pero ella no se sentía ningún frío. Permanecía inmóvil, con el abrigo abrochado hasta el último botón. Se agarraba a la idea de que cuando nevaba no hacía demasiado frío, de que no debía ser tan baja la temperatura. Las pocas veces que respiraba el vaho se presentaba ante sus ojos, desapareciendo rápidamente, tanto que dudaba si había sido verdad. Trató de espaciar aún más sus respiraciones, pues perturbaba el puzzle de nieve que caía sobre ella. No quería grietas en la nieve en sus rodillas, solo quería perfección blanca, un manto helado, inmaculado. Consiguió reducir la frecuencia de sus inhalaciones, y poco a poco también la profundidad. Notó también como sus pulsaciones bajaban, acompañando a sus respiraciones. Se sentía calmada, casi en comunión con la naturaleza, con aquella nevada.

A su alrededor la nieve había vencido la batalla. Ningún color había sobrevivido a aquella invasión. Se imaginó a si misma desde el otro lado del río, quizás solo el negro mechón rebelde que había resbalado de su oreja podría destacar de aquella foto. Pensó que bajo su cuerpo aún sobreviviría el verde sobre el que estaba sentada antes de que la nieve empezara a caer. J

Nada le importaba al Dios del tiempo, y dejó caer copos aún más grandes, que ella admiraba bajo su capucha. Sus piernas ya casi estaban completamente cubiertas por una montaña de nieve, y seguían cayendo copos que tejían una maraña, entrelazando sus brazos, fortaleciendo la red, creando una montaña de telarañas. Ella sentía el calor de la tierra bajo sus caderas, pero extrañamente la fuerza que emanaba del planeta había perdido mucha intensidad. Quizás la nieve había conseguido congelar la zona? No, aquello hubiera sido demasiado. La nevada estaba siendo intensa, muy intensa, pero acabar con el calor de la tierra eran palabras mayores.

Levantó la vista. Nada. Nada. Una cortina blanca impedía ver más allá de tres metros. Y lo único que podía ver eran copos jugando con la fuerza de la gravedad. Trató de estirar la espalda, consciente de que estaba encogida, pero al intentarlo, algo le impidió hacerlo. Solo pudo estirar la mitad de lo que hubiera sido un esfuerzo normal. El peso de la nieve, la maraña de copos le impedían estirarse por completo.

Hasta el momento no había sido consciente del tiempo que llevaba allí sentada, pero comenzó a asustarse. Esperaba poder encontrar el camino de vuelta a casa en mitad de aquel desierto blanco. El peso de la nieve en su espalda, que le había impedido estirarse, había despertado su mecanismo de defensa, y decidió que había llegado el momento de volver a casa. Intentó incorporarse sin apoyar las manos en el suelo, pero fue incapaz de incorporarse solo con las fuerzas de sus piernas. La nieve había tejido una red que le dificultaba la salida. Tras probarlo de nuevo, sin éxito, intentó descruzar sus brazos para apoyarse para levantarse. Le fue imposible. Ni siquiera pudo cambiar su posición. Tenía la espalda encorvada, y el peso de la nieve, cada vez mayor, le hacía inclinarse aún más hacia delante. Estaba atrapada.

Su respiración comenzó a agitarse, las pulsaciones aumentaron. La sorpresa inicial había pasado a asustarla, y ahora ya solo tenía miedo. Intentó gritar, pero sabía que aquella nevada no permitiría que el sonido llegara a nadie. Concentró todas sus fuerzas en la espalda, en tratar de incorporarse, pero todo fue en vano. Incluso tras sacar todo el aire que tenía en sus pulmones tras el esfuerzo, fue incapaz, al inhalar, de volver a recuperar el espacio perdido. Volver a intentarlo sería peor.

Y la nieve seguía cayendo. Lenta, pausada, suavemente. Y ella seguía atrapada, con la cara ya casi enterrada en la nieve que se acumulaba sobre sus piernas, sus rodillas. Sentía el frío que de ella emanaba, soplaba para tratar de fundirla, pero sus lágrimas se congelaban al tocar la nieve, recuperando lo que pudo haber ganado. La espalda sufría el peso de la acumulación de la montaña blanca, que seguía creciendo. La nieve seguía cayendo.

Exhaló su último aliento justo en el momento en el que todo cesó. Las nubes cargadas de nieve desaparecieron, y, primero tímidamente, más tarde con fuerza, el sol iluminó de nuevo la ribera del río.

La nieve comenzó a fundirse, llenando el río de agua turbia al arrastrar con ella la suciedad del ambiente. El verde ganó de nuevo al blanco, el sonido volvió a ocupar el silencio.

Su cuerpo permaneció tumbado, el corazón detenido. Los labios morados, la piel blanca. Aún tenía la capucha sobre la cabeza, el abrigo abotonado hasta arriba. Todo ello extrañó a quienes la encontraron, sin aliento, en mitad de un caluroso día de Junio.

**dedicado a todas las personas que se sienten aislados**

Heath Robinson y la facilidad para complicarse.

Heath Robinson fue un dibujante inglés nacido en 1872 que fue muy popular durante la I Guerra Mundial, de cuyo inicio se cumple este año el centenario.

HR publicó sus tiras humorísticas en muchas revistas y diarios, además de ilustrar numerosos libros de relatos para adultos y cuentos para niños.

Su nombre terminó siendo popular entre las tropas inglesas que combatieron en la Gran Guerra, pues lo asociaban a las máquinas supercomplejas que salían de la cabeza del bueno de Heath Robinson, como las que se ve en esta imagen.

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Aquellas máquinas eran ridículamente complejas. Y, sobre todo, eran ridículamente complejas para las tareas sencillas para las que habían sido diseñadas. ¡Dos cañones que se disparan simultáneamente para cascar una nuez! ¡Ruedas y engranajes para quitar la piel de una patata!

Heath Robinson complicaba el mundo innecesariamente. Configuraba los procesos más complejos para las tareas más sencillas. Y conseguía carcajadas allí donde el público leía sus ilustraciones.

Y.. no ocurre parecido con nosotros mismos? No complicamos aquellas cuestiones que deberían ser simples? no retorcemos nuestras cabezas y pensamientos buscando la tercera derivada? No debemos reírnos de los cálculos y tribulaciones por los que solemos hacer pasar a nuestras mentes para conseguir los más nimios resultados?

Y si lo hiciéramos todo más sencillo?

Lost & Found.

En unas pocas semanas estará disponible en edición papel “Lost & Found”, mi primera novelita. Adelantándose a esta edición, ya está disponible la edición para ebook.

Lost & Found va sobre las búsquedas, los puntos de partida confusos, los caminos hacia dentro y la magia de los encuentros. Es una novela musical ambientada en un lugar definitivamente remoto.

LOST

Si te gusta leer, conocer lugares nuevos y de vez en cuando te suena una canción en la cabeza, quizá pueda gustarte!

Para adquirir la versión ebook hay que visitar esta página: Publicaré un nuevo post cuando la versión en papel esté disponible.

Y… si te atreves a leerlo, por favor, no dejes de enviarme tus críticas o comentarios, a través de los comentarios del blog o del correo jorgeviejo.coaching@gmail.com. Todos serán bienvenidos!

Finally Found!

Los días raros de Van Gogh.

Van Gogh es uno de los pintores más valorados hoy en día. Sus cuadros se venden por millones de euros, y todo el mundo conoce su historia. Saben de su genio, de su barba pelirroja, y de la venda que llevaba en su oreja izquierda. Sus cuadros ocupan posiciones de prestigio en los museos de todo el mundo, la gente viaja a otros países solo para disfrutar durante unos minutos de sus pinturas.

Van Gogh era un genio, pero en su época no consiguió vender un solo cuadro. Nadie quiso comprar aquellas imágenes de campesinos durmiendo la siesta tras la siega, en la que se veían los trazos de las pinceladas. Qué era aquello? Y esa noche estrellada? Y esos girasoles en un jarrón? quien podría querer aquello, tan diferente de la moda de entonces?

Y sin embargo Vincent, el pelirrojo, siguió pintando. Siguió marcando los trazos de las pinceladas, siguió mostrando sobre el lienzo su genio, su manera de entender el arte. Siguió sin vender un cuadro, pero creando futuras obras maestras.

Pero Van Gogh también tenía sus días malos. Esos días en los que los trazos no salían, en el que la perspectiva no acababa de funcionar, en el que las ideas no fluían, en el que se sentía torpe incluso para poner nombre a un cuadro. Días en los que pintaba algo llamado “Naturaleza muerta con repollo y zuecos”:

Naturaleza-muerta-con-repollo-y-zuecos

Hay días en los que no sacamos todo nuestro talento. Hay días en los que estamos torpes en la definición, en la ejecución. Hay días raros, como decían Vetusta Morla. Hay días raros en los que echamos un borrón, aunque seamos el mejor escribiente. Hay días en los que Van Gogh hace una Naturaleza muerta de un repollo y unos zuecos. Y sin embargo nadie se atrevería a decir que Van Gogh no es un gran gran artista.

Hay días raros. Los días raros forman parte de nosotros, pero nosotros no somos los días raros.