Coaching en la Universidad

El pasado viernes tuve la oportunidad de dar una pequeña charla en la Universidad Europea de Madrid acerca de lo que es el coaching. Entre todos hicimos una pequeña práctica en grupo de una sesión. Esto tiene sus inconvenientes, ya que es un ejercicio individual que intentamos hacer de manera grupal. A veces funciona, a veces no tanto… Es complicado conseguir llegar a tratar a todas las personas de un grupo de manera individualizada, que sientan que estas haciendo la sesión exclusivamente con ellos. Pero, al menos lo intenté!

De todas las sesiones se puede aprender algo. Esta ocasión me sirvió para recordar que el coaching no es una panacea. El coaching puede servir para ayudar a conseguir los objetivos de muchas personas. Objetivos diferentes, personas diferentes. Pero no todos los objetivos, ni los de todas las personas. No debemos caer en la tentación de pensar que la herramienta que tenemos es definitiva, y que no hay ningún problema que no se pueda resolver con el coaching. No es cierto. Hay personas para las que hablar de sus objetivos con un desconocido no le ayudará. Y debemos entenderlo y respetarlo. Nuestra disciplina está a disposición de aquellos que quieran utilizarla, pero nunca servirá si forzamos a que alguien haga coaching.

El coach está a disposición del cliente. Y eso es algo que no debe cambiar nunca.

Aprovecho para agradecer a la UEM el haber contado conmigo. Siempre es interesante saber que el coaching tiene un hueco en las agendas de las universidades! Y gracias a todos los asistentes por participar!

Ser críticos.

La presión social es algo que todos sentimos. En algunas ocasiones le hacemos casos, en otras, ninguno. Podemos escapar a la presión por ver Gran Hermano o comprar un CD del grupo del momento, pero a veces la presión nos vence a la hora de reírnos de chistes que no nos hacen gracia o de apoyar una idea con la que no estamos de acuerdo, pero en la que nos encontramos solos defendiéndola. Podemos ignorarla o no, pero lo que sí hacemos es sentirla.

La sociedad, en los últimos años, nos ha enseñado a ser críticos, a no dar nada por sentado, a mostrar nuestra opinión, a mostrar al mundo que tenemos una opinión. Lo cual es bueno, nos hace diferenciarnos del sistema, mostrarnos y reafirmarnos como individuos. En los últimos años han crecido los grupos antisistema, se habla más de la escena cultural independiente, se tiene más en cuenta lo que está fuera de los circuitos comerciales. Ahora todo lo que no pertenece a lo establecido es visto con un interés especial. Dicho lo cual, resulta paradójico que la sociedad nos presione para diferenciarnos de la misma.

Sin embargo, hay opiniones que dicen que este fenómeno, el no querer continuar con la línea marcada, el mostrar nuestras diferencias, ha conseguido un efecto curioso, el de no poder disfrutar de todo lo que nos rodea. Ahora el espíritu crítico nos invade, nos hace estar siempre en desacuerdo con algo, no dar nuestra conformidad al cien por cien de nada, mostrar aunque sean pequeñas retincencias o apuntes mínimos. Ahora se lleva el “sí, pero”, el “no ha estado mal, pero…”, el “forman parte del sistema” como adjetivo del desprecio.

A veces me pregunto si en los partidos de fútbol los entrenadores están pensando durante el partido en qué van a decir en la conferencia de prensa, si están pensando en cuales van a ser sus respuestas a las previsibles preguntas. Y este es justo el efecto del que hablo. Estar pensando en mi opinión, en mi valoración, antes que en el propio disfrute.

Qué fácil es escuchar tras un concierto “pues el de la gira anterior estuvo mejor”, que fácil es decir que Paul Auster está acabado, que sus primeros libros fueron mejores. Y que complicado es escuchar a alguien salir de una película entusiasmado, embargado por la historia que acaba de disfrutar. Siempre dejamos un pequeño resquicio para nuestra opinión, para dejar claro que no estamos de acuerdo al 100%, que no nos dejamos llevar.

Seguramente al leer este post digas “sí, algo de eso hay, pero…”

El ser crítico es algo necesario, importante y en algunos casos decisivo. Sin embargo, no debemos dejar que el serlo no nos permita disfrutar de la vida y de lo que nos ofrece. (Y… ojo! No lo digo por este post! Espero vuestras críticas!)

Cultura trivial.

Hay un gesto universal, y es el de levantar el pulgar para decir que todo va bien. Lo tenemos tan dentro de nosotros que lo hacemos sin pensar qué es lo que realmente significa o de donde procede. Creemos que todo el mundo lo entiende, y allá donde vayamos, aunque no entendamos el idioma, sabemos que podemos hacernos entender con ese gesto. Incluso Facebook lo ha adoptado con gran éxito.

Si nos ponemos a pensar, seguro que podemos discernir el origen del gesto. Todos hemos oído hablar del circo romano, de los gladiadores, del gesto de los emperadores para decidir si se debía vivir o morir. El gesto magnánimo del emperador, el pulgar hacia arriba, permitía la vida. El pulgar hacia abajo auguraba la muerte del luchador. Simple, sencillo, un gesto que pervive milenios.

Y… qué gran confusión. Según investigaciones recientes, los gestos de los pulgares, tal y como los entendemos hoy, no se corresponden con los que ocurrían en la antigua Roma.

En sus visitas al circo el emperador tenía dos gestos, de los que dependía la vida de los luchadores. El pulgar hacia arriba señalaba al gladiador, que preguntaba desde la arena, que podía matar a su oponente. El pulgar hacia arriba simula una espada desenvainada, y desde aquella distancia el luchador podía ver el pulgar, la espada, y entendía que podía matar a su oponente.

El gesto del pulgar hacia abajo nunca existió. Cuando el emperador quería clemencia para con el oponente, mostraba el puño, con el pulgar escondido en el resto de la mano. La espada, antes representada por el pulgar, debía envainarse.

Como es posible entonces que el gesto del pulgar hacia arriba haya llegado hasta nuestros días con el significado contrario al que se utilizaba?

En 1872 Jean-Leon Gerome pintó su cuadro Pollice verso, en el cual se puede ver un gladiador en el circo, con su oponente vencido en la arena. El gladiador está preguntando a la grada qué hacer con el hombre que tiene preso bajo su bota, y el público hace gestos con el pulgar hacia abajo. El problema es que ese gesto del pulgar hacia abajo fue, simplemente, producto de la imaginación del pintor, sin ninguna base histórica. Sin embargo este cuadro se tomó por fiel a la Historia desde entonces, y así es como ha sobrevivido hasta nuestros días, dando pie a muchos otros cuadros, películas o imágenes.

Leyendo esto ambas explicaciones tienen sentido. Una de ellas porque la tenemos tan interiorizada que ni siquiera somos conscientes de ella. La otra, la histórica, podemos entenderla, podemos creer que es verdad, si no fuera porque ya hemos aprendido el “otro” significado. De cualquier manera, los símbolos los creamos nosotros mismos, y les damos los significados que queramos.

Creeis que somos capaces de crear los símbolos que queramos? Creeis que seríamos capaces de cambiar el significado de un símbolo ya establecido?

¿Pero qué demonios es el coaching?

Hace poco mi amiga Cristina me pidió que escribiera para su página web sobre Recursos Humanos un pequeño artículo en el que definir qué es el coaching. Creo que no quedó del todo mal, así que os envío un link por si queréis consultarlo.

De cualquier manera, si teneis dudas sobre temas de Recursos Humanos, aprovechad y leed a Cris, tiene la rara habilidad de contar las cosas claras y de manera muy comprensible. Aprovechad para consultarle las dudas que tengáis, seguro ella está abierta a escribir sobre los temas que os interesen.

Gracias, Cris por la oportunidad!

Brinicles y el “está todo inventado”

Además de ser una palabra que da muchos puntos en el scrabble, los brinicles son formaciones de hielo en aguas frías, una curiosa estalactica, que se forman rápidamente.

Antes de continuar, echad un ojo a este curioso fenómeno. Es realmente espectacular.

Este fenómeno no es muy conocido, de hecho solo ha conseguido filmarse muy recientemente. Parece mentira que, algo tan espectacular y de unas dimensiones tan grandes, no sea conocido hasta ahora.

Muchas veces nos reunimos con amigos y dejamos volar la imaginación, pensando en ideas de negocios, en ideas locas para poder sacar adelante nuestra economía, para poder encontrar una idea brillante. Cuando alguien la encuentra, cuando todos estamos de acuerdo en que esa es “la gran idea”, alguien siempre dice “seguro que ya está inventado”.

Hace solo quince años si hubiera querido contaros las cosas que se me pasan por la cabeza, tendría que escribir a máquina mis pensamientos, llevarlos a una imprenta, fotocopiarlos, y enviároslo. Y seguro que alguien pensaba que todo estaba inventado. Solo unos años después, desde el salón de mi casa escribo estas palabras que podríais leer casi inmediatamente.

El pensar que está todo inventado, que conocemos todo lo que el mundo tiene que ofrecernos, nos refugia en un lugar cómodo, en el que no tenemos que arriesgarnos, pero en el que no conseguiremos encontrar todo lo que el mundo tiene que ofrecernos aún, o lo que nosotros mismos tenemos que ofrecer al mundo.

Arriesgarse, salir, preguntar, enfrentarse a un papel en blanco… Que cosas nos asombrarán los próximos 15 años?

Carta a Pep Guardiola.

Estimado Pep;

en primer lugar darte la enhorabuena por la clasificación para la final de la Copa del Rey. Enhorabuena a ti y a todo tu equipo por superar dos eliminatorias tan complicadas en las últimas rondas para llegar a una nueva final. Enhorabuena.

La final de la Copa se presenta apasionante, entre los dos clubes con más títulos de la competición, con dos grandes entrenadores a los mandos, y sobre todo con un respeto entre los equipos impresionante. Agradecerte, de parte de los aficionados, el respeto que muestras siempre por todos los rivales a los que te enfrentes, grandes o pequeños.

Estarás conmigo que, en esta ocasión, el verdadero protagonista de la competición no estará este año en la final. El Mirandés ha sido apeado, justamente, en las semifinales, después de llegar donde pocos equipos han sido capaces. En un ejemplo para todos los que vivimos este deporte, ya sea practicándolo, yendo al campo o simplemente siguiéndolo por los medios de comunicación, el Mirandés ha conseguido colarse entre los cuatro mejores equipos de la competición, eliminando a equipos mucho más poderosos, con el arma de la verdadera ilusión. En semifinales esta poderosa arma no fue suficiente, y el Mirandés no estará en la final de la Copa.

Este equipo ejemplariza el deseo de competir, de enfrentarse a cualquier reto, de ignorar el miedo, de superarse. Todas las señas de identidad de esta Copa, en la que todos los equipos pueden enfrentarse con todos. Pero no estará en la final de Copa.

A no ser…

El Barcelona es hoy en día, el Campeón de Europa, el equipo más importante del continente. Y este título exige algo más que ser el mejor en la cancha, exige serlo también fuera. Y la plantilla del Mirandés ejemplariza como nadie en este momento los valores que el Barcelona quiere para el fútbol. Justo parece, pues, invitar a toda la plantilla del Mirandés, y a su cuerpo técnico, a presenciar la final, allá donde se celebre. Un pequeño esfuerzo para el Barcelona, pero un gran premio para aquellos que también lo merecieron.

Seguramente pienses que esta carta debería estar dirigida a Sandro Rosell, el presidente. No sé como entiende el presidente el fútbol, pero sé como lo hace el entrenador. Y sé que esta carta es para ti.

Y… por cierto, si aún estáis buscando contrincante para el próximo Gamper, ten un nombre en mente. No habrá otro equipo que os haga disfrutar tanto.

Espero que mis peticiones no te incomoden, si es así, te pido disculpas de antemano.

Muchas gracias por tu ejemplo.
Un cordial saludo.
www.jorgeviejo.com

Esto es Anduva.

El Mirandés, un equipo de Segunda División B, está jugando las semifinales de la copa del Rey de fútbol. Esto es más o menos como si estuviera nominado al Nobel Juan Muñoz Martín, el autor de El pirata Garrapata, un libro, por cierto, fantástico. Es una sorpresa, un hecho histórico, un premio a aquellos que se dedican a la profesión por placer, por orgullo.

Lo que más me llamó la atención de esta historia es el grito de guerra que se escucha en Anduva, el modesto campo del Mirandés: “Esto es Anduva”, que parafrasea el famoso “This is Anfield”, referente al campo más mítico del fútbol británico, el campo del Liverpool.

En Anfield, un campo vetusto, sin las comodidades que pueden ofrecer hoy los campos modernos, los jugadores tienen que pasar por un pasillo estrecho para llegar al campo. En dicho pasillo deben bajar unas escaleras, puesto que una viga cruza su camino. En esa misma viga el equipo colocó una imagen de su escudo, con la Leyenda “This is Anfield”, un aviso para todos los jugadores de que entraban en un campo especial. Entraban a jugar a un césped mítico, al estadio del equipo con más Copas de Europa de Inglaterra, al equipo con más ligas hasta hace solo dos años. Ese cartel reflejaba el orgullo de pertenecer a un club que a cada hincha le hacía sentirse distinto. Y era una demostración de orgullo.

Es fácil sentirse orgulloso cuando tu equipo es campeón. Es fácil ver el lunes las camisetas del equipo que ganó el domingo su partido.

El Mirandés compite esta temporada en Segunda Divisón B. En su palmarés encontramos cuatro títulos de liga de Tercera División, y su estadio tiene cabida para 6.000 personas. Y ese campo es Anduva.

El orgullo de sentirse bien representado, nos hace propugnar a los cuatro vientos quienes somos, cómo nos llamamos, dónde vivimos. Y para sentirse orgulloso no es necesario ganar la Copa de Europa, o tener un estadio para 80.000 espectadores, el genuino orgullo es aquel que nos hace gritar a los cuatro vientos que este es mi estadio, que esto es Anduva.

El orgullo genuino nace dentro de nosotros, no viene del marketing o de lo que vemos en televisión. El verdadero orgullo es que el que te hace decir “aquí estoy yo, este soy yo”, aunque a nadie más le importe. Ese es el verdadero orgullo, el que te hace levantarte de la cama sonriendo, ilusionado, pensando que vas a pasar de camino al trabajo junto al campo de Anduva, que podrás echar una ojeada y recordar lo que pasó ayer o antes de ayer o la semana pasada.

El orgullo de alcanzar nuestras cotas, por modestas que puedan parecer, no es diferente a aquel que sienten los que acumulan grandes trofeos en su curriculum. Estoy seguro que nadie en Miranda cambiaría el sueño que están viviendo por tener un campo como Anfield. Estoy seguro que Juan Muñoz Seca prefiere tener el premio al “Autor más leído por los niños” que le concedieron en el año 1992 a tener una foto con el Rey de Suecia y una medalla con la efigie de Alfred Nobel. El Mirandés nos enseña que orgullo es una palabra preciosa. Y que Anduva es ahora mismo el reino del orgullo y la ilusión.

Vamos, Mirandés!

Suiza tiene un plan

Suiza no forma parte de la OTAN, ni de la UE. Durante la Primera Guerra Mundial dio asilo a Lenin, y no fue invadida en la Segunda Gran Guerra, a pesar de los muy detallados planes de Alemania para conseguirlo. Tiene cuatro idiomas oficiales, es la casa de Roger Federer, y si se reúnen 50.000 firmas de ciudadanos se puede bloquear una ley aprobada por el parlamento. Suiza defiende el secreto en las cuentas bancarias, y su ejército funciona por milicias. Es decir, los ciudadanos forma parte de la reserva del Ejército, incluso deben proteger su equipo militar dentro de su propia casa. Suiza no tiene salida al mar, pero ha conseguido que uno de sus barcos gane la competición deportiva más antigua, la Copa América de vela. No participa de los foros internacionales, excepto para mostrar neutralidad. Suiza tiene un PIB per cápita de 67.000 € anuales, y un salario mínimo mensual de 3.300 €.

Suiza tiene un plan. Sus ciudadanos han reflexionado sobre lo que les conviene, sobre lo que quieren ser, y han decidido al respecto. Se puede compartir o no sus políticas, se puede estar en contra de muchas de las cosas que los suizos proponen. Pero no se puede dudar de que funciona. Suiza es como quiere ser.

Cada país tiene una historia, que le ha llevado a ser quien es en la actualidad. Cada país ha tomado sus propias decisiones, que han definido su carácter y su personalidad. Cada país decide su futuro.

Previsión.

prevision isobaras sexo presionAndo un poco despistado, y es que me he dado cuenta que vivimos siempre tratando de prever qué es lo que vendrá en el futuro, que nos depararán los días venideros. Si nos paramos a pensar, muchas son las profesiones que tratan de adivinar lo que va a suceder.

Están los meteorólogos, que tratan de prever qué tiempo vamos a tener en los próximos días e incluso semanas. Tenemos los periodistas deportivos, que hacen sus quinielas de cómo van a terminar los partidos de la semana. Están los de Recursos Humanos, que tratan de adivinar cómo se va a desempeñar una persona en la empresa en caso de ser contratada. Tenemos los encuestadores en las elecciones políticas, los estudios de mercado cuando vas a montar un negocio. Tratamos siempre de estar pendientes del futuro, quizá porque el presente no es suficiente para nosotros. Nos estimula saber qué hay más allá, que podemos esperar el día de mañana de nuestras acciones o pensamientos de hoy. Este pensamiento nos llena de esperanza para el futuro si esas previsiones son acordes a nuestros deseos o nos llenan de dudas, si no son halagüeñas.

Mi abuelo decía que dormía siempre con un ojo abierto. Él decía que era para estar al tanto de lo que podía suceder, pero creo que era más bien para que aquel que se acercara a él supiera que estaba alerta.

Cuando las previsiones no se corresponden con la realidad, sabemos en nuestro foro interno que no podemos reprochar nada a las personas que realizaron esas previsiones, ya que el futuro no se puede adivinar. Sin embargo, ponemos nuestras esperanzas en las previsiones, y volveremos a hacerlo. No hay represalias contra la mujer del tiempo si al final llueve, ni contra la quiniela de la semana, la que le daba un “1 fijo” si al final hay empate, o si al final la candidata no resultó tan buena como se esperaba, o si la encuesta se desvío unos escaños decisivos, o si al final la tienda tuvo que cerrar al año de abrirse. No hay represalias, todos seguirán manteniendo sus trabajos, nosotros juraremos no volver a hacer caso a las previsiones, pero al poco se nos pasará, y volveremos a depositar nuestras esperanzas en bonitas palabras de otros sobre el acontecer del futuro.

Y decía al principio que estaba despistado, porque me doy cuenta que todas las profesiones que tratan de prever el futuro, en mayor o menor medida, no son tan bien pagadas como la única profesión que asegura que no puede prever lo que va a acontecer: la economía. Los economistas estudian lo sucedido, y tratan de darle una explicación, sin embargo se aseguran las espaldas, diciendo que ellos no pueden adivinar lo que va a suceder en el futuro. Si os preguntara quien gana más dinero en su profesión, si los economistas o los encuestadores, meteorólogos, los de RRHH o los periodistas deportivos, estoy seguro que no durarías en responder los economistas.

Ando un poco despistado con este pensamiento, por el tema de la crisis. Sin embargo, cada día me doy más cuenta que mi abuelo tenía razón. No solo hay que dormir con un ojo abierto, si no que además hay que contar esta historia a todo el mundo. Todos deben saber que no estaré dormido completamente.

Origen. Los mormones y la genealogía.

Todos conocemos a los mormones. Muchas veces los hemos encontrado en la calle o en la puerta de casa, muy educados, vestidos siempre iguales y tratando de conversar con nosotros. Son gente afable, con unas creencias muy fuertes, con un sentido de la comunidad muy grande.

El rasgo que más me llama la atención es el de las placas con su nombre en el pecho, mostrando orgullosos quienes son, su origen. La primera vez que te los encuentras parecen salidos de una convención de vendedores de aspiradoras, pero en cuanto conoces algo más sobre los mormones, entiendes el porqué de la plaquita.

La religión mormona tiene una caracterísitica cuando menos curiosa. Y es que cualquier persona puede alcanzar la salvación eterna si ha sido bautizado. Hasta ahí, todo normal. Pero lo interesante es que si ha habido personas que han fallecido sin ser bautizadas, aún pueden alcanzar la salvación si uno de sus descendientes pide el bautismo para ellas. Si tienes interés en salvar a algún familiar fallecido, simplemente hay que demostrar que eres descendiente de esa persona y pedir por ello.

Así se entiende que para los mormones la genealogía es fundamental, importantísima. Tanto, que han creado una base de datos con más de mil millones de datos de personas para buscar posibles antepasados. De hecho, la tienen a 200 metros bajo tierra, en un cañón de Utah, a salvo de una posible explosión nuclear (o “nucelar”, según Homer Simpson).

Para los mormones el origen es importantisimo. De hecho, están buscando dibujar el árbol genealógico hasta Adán y Eva. Lo mejor es que toda esta información es pública, podeis acudir a www.familysearch.org.

Me parece genial la idea de poder conseguir la salvación eterna para algún pariente que ya haya fallecido, poder vencer al tiempo. Sin embargo… podemos decidir nosotros sobre la vida de los demás? Es decir… quizá los antecedentes no quisieron bautizarse por algún motivo, por lo que… qué derecho tenemos nosotros de saber qué es lo mejor para ellos? Cómo podemos tomar decisiones que afectan a los demás basándonos en nuestro propio juicio?

En la vida real… sabemos qué es lo mejor para los demás? O creemos que lo sabemos basándonos en nuestra propia y limitada experiencia y con la inmunidad de saber que las consecuencias de nuestras opiniones sobre las acciones de los demás no nos van a afectar a nosotros?